Sí se puede propone que Candelaria se una a la red de Ciudades Amigas de la Infancia de Unicef

Agustín Espinosa defiende la única moción que se debatirá este miércoles en el último pleno del mandato

Sí se puede propone que Candelaria se una a la red de Ciudades Amigas de la Infancia de Unicef a través de una moción que defenderá el concejal de su grupo Agustín Espinosa. Se trata de la única iniciativa que se presenta en el último pleno ordinario de este mandato, que se celebra este miércoles, 24 de abril.

“Seguimos trabajando por Candelaria hasta el último día de este mandato”, asegura Espinosa, para destallar después que la propuesta consiste en que el Ayuntamiento inicie los trámites para constituirse en “municipio aliado”, lo que finalmente permite obtener el sello de reconocimiento como Ciudad Amiga de la Infancia.

De esta manera, Candelaria contará con un gobierno local comprometido con el cumplimiento de los derechos de las niñas, los niños y los adolescentes de acuerdo a la Convención sobre los Derechos del Niño. En Tenerife en la actualidad están adheridas a esta iniciativa Santa Cruz de Tenerife, San Cristóbal de La Laguna, Los Realejos y el Cabildo Insular.

Incorporarse a esta red de Naciones Unidas significa que el municipio debe impulsar políticas públicas eficaces –según los criterios de la Agenda 2030– basadas en la Convención sobre los Derechos del Niño, con énfasis en la equidad, para la promoción de la participación infantil y adolescente y el impulso de alianzas entre todos los actores relacionados con la infancia a nivel municipal.

Se trata de un proceso de aprendizaje y mejora continua para desarrollar, conjuntamente con los diversos actores sociales, las políticas e iniciativas locales que favorezcan la aplicación real de la citada Convención de la ONU. Este reconocimiento tiene una validez de cuatro años y la próxima cita para que los municipios renueven o presenten una nueva candidatura es en 2019-2020. De sumarse a esta medida, Candelaria daría los pasos para convertirse en una comunidad donde las voces, las necesidades, las prioridades y los derechos de los niños y niñas constituyen una parte integral de las políticas, los programas y las decisiones públicas.

Como resultado, una Ciudad Amiga de la Infancia es un lugar apto para toda la ciudadanía, en la que las niñas y los niños están a salvo y protegidos de la explotación, la violencia y el abuso, disfrutan de un buen comienzo en la vida y crecen sanos y cuidados, disponen de servicios esenciales, reciben una educación de calidad, inclusiva y participativa y pueden desarrollar sus habilidades, cuentan con espacios donde expresar sus opiniones e influir en las decisiones que les afectan, participan en la vida familiar, cultural y social, viven en un ambiente limpio, no contaminado y seguro con acceso a espacios verdes, pueden reunirse con sus amigos y cuentan con espacios para jugar y divertirse y tienen acceso a las mismas oportunidades, con independencia de su origen étnico, religión, ingresos, sexo, identidad de género o capacidad.

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