Sí se puede propone que la gestión de los parques nacionales canarios sea completamente pública, al cien por cien. Este es el concepto esencial sobre el que se sostienen las alegaciones presentadas este martes por la organización ecosocialista al Reglamento de Servicio de Uso Público del Parque Nacional del Teide elaborado por el Cabildo de Tenerife.
“El problema principal del Parque Nacional del Teide reside en que la capacidad de carga de algunos puntos está totalmente superada; el cobro de una entrada, como propone el Cabildo, no soluciona esta saturación, porque va a seguir subiendo al pico la misma cantidad de gente, lo que cambia en la propuesta del Cabildo es que lo harán pagando. El objetivo básico de Sí se puede con estas alegaciones es garantizar la conservación y, en segundo lugar, facilitar el conocimiento y disfrute del entorno”, subraya el portavoz de la Comisión de Ecología de Sí se puede, Juan José Triana.
Asimismo, la formación ecosocialista considera que el reglamento debe explicitar el sistema de tarifas con descuentos a los residentes y la manifestación explicita del carácter gratuito para determinados grupos, como los escolares o los de personas con movilidad reducida.
Sí se puede aspira a que “se gestionen de forma pública y transparente los servicios que se presentan en el reglamento, de manera que se amplíen todos los servicios prestados por el Parque Nacional y sean asumidos por personal de la administración pública”, explica Triana.
Se trata de ampliar la categoría de servicio público a algunos que en la propuesta del Cabildo se clasifican como complementarios. Es el caso, por ejemplo, de las visitas a exposiciones. Asimismo, se trata de mejorar algunos de los servicios básicos, como el de seguridad. Por tanto, la organización ecosocialista propone en esencia ampliar y mejorar los servicios básicos, lo que no es incompatible con que algunos de los servicios complementarios, como las rutas guiadas, se cobren al público que los utilice.
Además, la organización considera imprescindible “restringir convenientemente el acceso a zonas altamente degradadas por el turismo masivo y que se tomen medidas para evitar las actividades perniciosas desde el punto de vista de la contaminación acústica, lumínica y por residuos”, señala Triana.
A juicio de Sí se puede, las medidas que se adopten en el Teide deben ser “más disuasorias que recaudatorias”, apunta el portavoz, y deben “revertir exclusivamente en la conservación del espacio, objetivo principal tanto de la figura de Parque Nacional como la de Patrimonio de la Humanidad”.
Igualmente, las alegaciones presentadas plantean la necesidad de revisar las cargas que recibe el Parque Nacional del Teide y la necesidad de supervisar de forma exhaustiva las medidas establecidas en el reglamento, para evaluar su funcionamiento y que la experiencia sirva en la redacción del Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG).
Sí se puede reclama al Cabildo de Tenerife que aumente y mejore el servicio de transporte público hasta el parque nacional y dentro de él. “Es una responsabilidad que la corporación insular no puede eludir si desea evitar concentraciones de tráfico con vehículos privados, con el deterioro de las condiciones naturales que ello supone”, asegura el portavoz. Por último, la organización ecosocialista considera necesaria la puesta en marcha de campañas de educación y concienciación con el fin de promover el respeto y conservación de estos espacios, dirigidas a toda clase de público.