Sí se puede rechaza el golpe de Estado en Bolivia y exige al gobierno español y a la Unión Europea una posición clara a favor de la democracia en el país andino. A juicio de la organización ecosocialista canaria no caben medias tintas en la calificación de los hechos ocurridos en Bolivia tras las recientes elecciones, que han conducido al exilio del presidente electo, Evo Morales para tratar de evitar un baño de sangre a manos de las fuerzas militares y policiales.
Por estos motivos, la organización reclama una reacción contundente e inequívoca por parte de las diplomacias española y europea en el sentido de apoyar los procesos democráticos fuera de las fronteras de la UE y de persuadir a los golpistas de cualquier tentación antidemocrática, para que la derecha y las oligarquías locales asuman de una vez por todas que la única disputa respetable por el poder es la que se da a través de los mecanismos que establece la ley. Asimismo, es imprescindible que la comunidad internacional desaliente de manera rotunda a quienes pretenden desconocer la voluntad popular mediante la represión y la violación de los derechos humanos, como está ocurriendo ahora mismo en la república sudamericana.
A juicio de Sí se puede, lo que impulsa este golpe de Estado es la codicia de las empresas multinacionales sobre la riqueza en hidrocarburos –gas natural y petróleo–, así como sobre otros productos minerales abundantes en el país, como el litio y el hierro, que pretenden obtener a precio de saldo. Igualmente, la política de nacionalizaciones, de gestión pública de estos recursos y de redistribución social de sus beneficios llevada a cabo por los gobiernos de Evo Morales es otro de los motivos que alientan a los golpistas internos e internacionales.
A todo ello se suma el rechazo de las políticas de promoción de la igualdad y de reconocimiento del carácter plurinacional y multiétnico de la sociedad boliviana y su reflejo en la organización del Estado por parte de una minoría oligárquica de origen europeo. Las expresiones de odio que han manifestado los golpistas en este sentido y su traducción en actos de violencia y humillación de las víctimas son intolerables y son el producto del entendimiento entre las corrientes evangélicas y la estructura militar, ambos, instrumentos de control y dominación con vínculos en Estados Unidos.
La organización ecosocialista canaria repudia las maniobras de desestabilización de gobiernos progresistas en América Latina, que tienen su origen en la defensa de los intereses de las grandes potencias y de las corporaciones multinacionales, acostumbradas a utilizar a los países y los pueblos de la región como fuente barata de recursos naturales y de riqueza.
Al mismo tiempo, Sí se puede destaca que el capitalismo salvaje y sus políticas neoliberales implantadas en América Latina es lo que explica la oleada de movilizaciones que está sacudiendo estos países en los últimos meses, especialmente en Ecuador y en Chile. La organización ecosocialista canaria confía en que la creatividad en la lucha y la persistencia de la población en la consecución de sus derechos humanos los lleve a alcanzar sus objetivos, siguiendo el ejemplo del expresidente brasileño, Lula da Silva, que fue encarcelado bajo acusaciones falsas construidas por la cúpula del sistema judicial en complicidad con un gobierno también ilegítimo emanado de un golpe institucional.