Sí se puede reprocha al presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, y al gobierno de CC en general, su falta de escrúpulos democráticos al realizar su viaje a Marruecos, acompañado de una comitiva de integrantes del ejecutivo autonómico y de representantes empresariales del Archipiélago sin más contenidos que el de cerrar acuerdos económicos con el país vecino. Además, la organización ecosocialista recuerda que estos acuerdos no pueden infringir las prohibiciones de la Unión Europea sobre los recursos del Sáhara.
Sí se puede reclama a Clavijo que mantenga “criterios exigentes a la hora de defender la agenda exterior de Canarias y que manifieste sin fisuras con su conducta el compromiso del pueblo canario con la democracia y con la paz”, asegura su portavoz, David Hernández.
“No podemos aceptar que Clavijo llegue a Marruecos dos días después de la detención de la activista saharaui Aminetou Haidar y a poco más de dos semanas de la petición de asilo político en Lanzarote por parte del también activista Husein Bachir Brahim. sin haber condenado explícitamente la violación de los derechos humanos de este pueblo, que sufre desde hace décadas la opresión, la ocupación ilegal de su territorio y el saqueo de sus recursos”, manifiesta Hernández. El portavoz de Sí se puede destaca, además, que “el gobierno de Clavijo ni se inmutó ante la deportación de Bachir por parte del gobierno de Pedro Sánchez”.
A juicio de Sí se puede, Canarias no puede permitirse que su agenda exterior se construya al margen del derecho internacional, por eso reclama al presidente del Gobierno de Canarias que aproveche su viaje a Marruecos para exigir a las autoridades marroquíes un cambio de actitud en el caso del pueblo saharaui como condición previa para la continuidad de un programa de colaboración económica, educativa y cultural.
Asimismo, la organización ecosocialista asegura que “a pesar del barniz supuestamente democrático que ha tratado de aparentar el monarca alauí, la realidad es que los derechos humanos se conculcan cada día en Marruecos, no solo contra la población saharaui, también contra la ciudadanía marroquí, a la que no se le permite disfrutar de los derechos a la libertad de expresión y de circulación, mientras que los presos políticos no son atendidos en unas condiciones mínimas de respeto y garantía a su vida y su salud”, apunta el portavoz.