Sí se puede se adhiere al manifiesto contra la introducción del gas en Canarias. “Es el momento de fortalecer el Frente Canario contra el gas y de sumar fuerzas para impedir que se salgan con la suya los de siempre, quienes solo piensan en sus beneficios y no en la prosperidad del conjunto del pueblo canario”, asegura el portavoz de transición ecosocial del partido asambleario canario, Rubén Fuentes.
“La sociedad canaria y sus instituciones abordan la estrategia de las Islas hacia la transición energética, un proceso que, desde la perspectiva de Sí se puede, tiene que ir enfocado en un marco más amplio, centrado en la construcción de soberanía energética protagonizada por la ciudadanía y dirigido a la superación de la dependencia”, añade Fuentes.
La organización ecosocialista hace coincidir el anuncio de su adhesión a esta iniciativa con el día en que se debatía en el Congreso el decreto de medidas urgentes que el gobierno central pretende implantar a raíz de la guerra en Ucrania y que usó como excusa para “tratar de colar por la puerta de atrás la liberalización de la instalación de regasificadoras en el Archipiélago”, apunta su portavoz.
Fuentes subraya la oportunidad que podría abrirse si el decreto se tramitara finalmente como proyecto de ley abierto a la introducción de enmiendas para “frenar esta medida, que es rechazable no solo por su impacto económico y social, sino también por el nulo talante democrático del gobierno de Sánchez al tratar de meterle un gol a la estrategia canaria de transición energética con la excusa de Ucrania”.
Precisamente, el manifiesto establece que “la liberalización de las regasificadoras en Canarias pretende encorsetar el proceso de transición a las renovables y lo hace de una forma inaceptable, como un añadido extraño al contenido de una norma, que comprende un conjunto de medidas para paliar las consecuencias de la guerra de Ucrania”, además de calificar de “inaceptable” la forma empleada, que “refleja una falta de talante democrático y una falta de confianza en la descentralización del Estado, pues esta decisión debería haber sido tomada por el Parlamento de Canarias”.
El manifiesto enfatiza los “recursos naturales y condiciones excepcionales” de Canarias “para afrontar este proceso de transición a las renovables de forma exitosa y rápida” y recuerda que “Canarias aspira a un modelo energético que, además de no emitir gases de efecto invernadero, dependa de nuestros propios recursos, perfectamente posible con las energías renovables”. El objetivo, además de ambiental y económico, es superar el modelo de “dependencia actual que nos hace tan vulnerables”.
Asimismo, las personas y entidades firmantes coinciden en destacar que “el gas es un combustible caro, escaso y volátil que en los últimos doce meses ha subido su precio un 651%” y, como todos los combustibles de origen fósil, está en “un proceso imparable de descenso de sus reservas, por lo que su precio no dejará de crecer”. A ello se suma el “escenario mundial confuso y violento” en el que el gas “se ha convertido en una de las principales armas geoestratégicas de gobiernos y otros centros de poder para hacer valer sus intereses”.
Esta situación hace del momento elegido “un despropósito” y “una decisión que más parece responder a la coyuntura internacional que a un plan energético a largo plazo para Canarias”, al tiempo que sumiría al Archipiélago en “una nueva dosis de incertidumbre al hacer depender el suministro eléctrico de un producto que se encarece por momentos y cuya demanda a nivel mundial está muy disputada”.
A ello se suma la lentitud y complejidad asociada a la logística de este combustible y la pretensión previsible de las empresas que participen en la explotación del gas de sacarles todo el partido durante su vida útil, por lo que “bloquearán nuestra transición energética”.