Las recientes declaraciones del presidente de la Autoridad Portuaria de la provincia tinerfeña, Pedro Rodríguez Zaragoza, son para el portavoz de Sí se puede en Tenerife, Fernando Sabaté, un nuevo ejemplo de la nula necesidad social de esta obra.
Para Sí se puede las declaraciones de este responsable político representan un claro ejercicio de cinismo, al darse a entender que el papel como puerto de contenedores ya no será prioritario, “evidenciando una vez más el sinsentido de esta obra que ahora no se sabe muy bien a qué estará destinada”.
“La inversión pública en el puerto de Granadilla, sin duda una de las obras públicas más cuestionadas de la última década, es un escándalo con mayúsculas, que se hace simplemente para complacer a los grandes poderes económicos de la Isla”, asegura el portavoz.
Sabaté recuerda el absoluto abandono en el que se encuentra una obra similar, como la del puerto de Arinaga en Gran Canaria, que ha tenido cuatro atraques en cinco años, unos datos que llevó a la Comisión Europea ha calificar esta infraestructura de “insuficiente en su actividad”.
La formación ecosocialista pide al presidente de la Autoridad Portuaria que no le falte el respeto a la ciudadanía y que renuncie a una obra que tendrá un coste aproximado de más de 136 millones de euros. “Es una obra insostenible e innecesaria, que incluso no cuenta con los materiales necesarios para su culminación, ya que estaban vinculados a otro tipo de obras, como la ampliación del aeropuerto del Sur”, explica.