Sí se puede denuncia que la irresponsabilidad de Ayuntamientos y del Consejo Insular de Aguas amenaza con el disfrute de las playas este verano en Tenerife

La organización ecosocialista considera que el efecto de los vertidos incontrolados de aguas sin depurar en la costa del Sur de la Isla amenaza la actividad económica principal.

Sí se puede denuncia que la irresponsabilidad histórica de los Ayuntamientos y del Consejo Insular de Aguas amenaza con el disfrute de las playas este verano en Tenerife y con la actividad económica principal de los municipios sureños, el turismo, debido al efecto de los vertidos incontrolados de aguas sin depurar en la costa del Sur de la Isla.

La organización ecosocialista reclama que los Ayuntamientos y el Cabildo, coordinados a través del Consejo Insular de Administración Territorial de Tenerife (CIATT), acuerden continuar invirtiendo con mucho más dinero en esta tarea inaplazable.

“Era una cuestión de tiempo que ocurriera lo que está pasando en estos días, en que hemos llegado a la situación tan temida por las personas usuarias de las playas y por los negocios que viven del atractivo turístico de nuestra costa”, asegura el concejal de Sí se puede en el Ayuntamiento de Candelaria, Agustín Espinosa, portavoz de la organización en Tenerife para estos asuntos.

El portavoz se refiere al cierre intermitente pero continuado de las playas de El Médano y a la prohibición del baño en la costa de Candelaria y Güímar en los últimos diez días. Además, Espinosa recuerda que en Arico son habituales las roturas del emisario de El Porís de Abona y fallos en el de Tajao. La organización ecosocialista ha denunciado también ante la fiscalía los vertidos incontrolados en Arona y Adeje.

Espinosa destaca que “la presencia de bacterias del tipo E. coli en las aguas de las playas que han sido cerradas al baño es la demostración del origen local de la contaminación, puesto que estos organismos no soportan vida en el mar más allá de las 24 horas”.

La organización ecosocialista apunta a la “nefasta gestión del tratamiento de aguas por parte de los Ayuntamientos y, especialmente, al Consejo Insular de Aguas, dependiente del Cabildo de Tenerife, que cargan con décadas de responsabilidades desatendidas y afrontan multas inminentes de la Unión Europea por incumplimiento de obligaciones en la conservación del medio ambiente”.

“La gestión correcta de las aguas residuales es un asunto de salud pública y, también, al menos en los municipios del Sur de Tenerife, es una cuestión básica de economía local”, subraya Espinosa, quien asegura que el daño causado a la costa “alcanza por igual a pequeños y grandes negocios y a la imagen general de una isla que ha puesto todos los huevos en la cesta del turismo”. El portavoz añade que “la falta de gestión y de resolución de este problema está provocando alarmismo y puede suponer la pérdida de puestos de trabajo”.

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