Sí se puede reivindica el valor de la acción municipal para parar los vertidos de aguas residuales sin depurar, según la experiencia desarrollada por la representación de la izquierda alternativa en el Valle de Güímar durante los últimos años. En representación de los grupos municipales de la organización ecologista en los ayuntamientos de Candelaria y Güímar, Mayca Coello, candidata de Sí se puede a la alcaldía de Candelaria, compartió acto informativo en una visita a la depuradora comarcal, junto al candidato de IUC a la alcaldía de Arafo, Francis Hernández, y con representantes de las candidaturas de Sí Podemos Canarias al Cabildo de Tenerife –con Moisés Lubary (Sí se puede) y Hugo de Armas (Equo)– y al Parlamento de Canarias –con el cabeza de la lista insular de Tenerife, Manuel Marrero (Podemos)–.
Desde su creación, en 2007, Sí se puede ha estado reclamando la depuración de las aguas residuales urbanas, “cuando ninguna organización política consideraba este asunto importante, Sí se puede estaba liderando esta reclamación importantísima para la salud de las personas y del medioambiente. Hubo que esperar a que llegara una sanción de la Unión Europea y a las consecuencias de la denuncia que interpusimos Sí se puede e IUC sobre la situación en el polígono de Güímar para que se tomara conciencia de que el de los vertidos es un problema medioambiental extraordinario”, dijo Coello.
La candidata a la alcaldía de Candelaria puso como ejemplo el caso de su municipio, en el que hay más de diez puntos de vertidos al mar de aguas residuales urbanas sin depurar. A esto se añade “la catástrofe ambiental” que significa para la costa del Valle de Güímar el vertido de aguas residuales industriales sin depurar procedentes del Polígono de Güímar.
Por este motivo, representantes de la izquierda alternativa del valle, concejales de Sí se puede en los Ayuntamientos de Candelaria y Güímar y el concejal de IUC en Arafo, denunciaron estos hechos, una acción que ha dado pie a la elaboración de un proyecto para la depuradora de las aguas que se vierten sin control desde esta infraestructura.
Sí se puede subraya que las medidas que también han dado lugar a la creación de una depuradora comarcal en el valle –la que visitaron durante el acto informativo– partieron de la acción de oposición rigurosa ejercida por los grupos políticos citados en los tres ayuntamientos implicados frente a la pasividad de los gobiernos municipales.
En este sentido, Lubary destacó la coordinación de estas acciones en los municipios con el grupo de Podemos en el Cabildo de Tenerife, una labor conjunta que permitió colocar el asunto “como un tema clave en la agenda política y mediática”. Esta acción institucional “se basa en un trabajo que venía desarrollando hace más de quince años el movimiento ecologista en Tenerife; la presencia de la izquierda alternativa en las instituciones ha servido para ponerle un altavoz a estas demandas históricas y a impulsar la búsqueda de una solución”.
Respecto a las fórmulas para resolver este grave problema, Coello destacó que la depuradora comarcal creada para el valle de Güímar “no es la ideal a nuestro juicio, pero sí el punto de partida para que las aguas residuales urbanas se empiecen a depurar; corresponde ahora a los ayuntamientos ejecutar en tiempo y forma las redes de alcantarillado para conducir las aguas residuales urbanas hasta la depuradora; esta es una de las prioridades de nuestro programa de gobierno para Candelaria”, concluyó la candidata.
En el Valle de Gúímar, Sí se puede ha promovido otras fórmulas de depuración, alternativas a la depuradora comarcal concentrada, con la posibilidad de crear instalaciones desconcentradas. En otros municipios de la isla, como Buenavista y San Juan de la Rambla (en coalición con Asamblea Unificada del Pueblo -AUP-), Sí se puede apuesta por sistemas de depuración natural y está promoviendo que cualquiera de las fórmulas de depuración de aguas que finalmente se escoja se base en la voluntad popular expresada en auténticos procesos participativos.