Los ecosocialistas discuten que la supuesta instalación suponga ventajas para Granadilla y sus habitantes y advierten de su ilegalidad
Sí se puede cuestiona la necesidad de edificar un hotel en la Playa de La Tejita, en Granadilla, tal como anunció el alcalde Jaime González Cejas recientemente a través de una nota de prensa. Igualmente, la organización pone en entredicho que, de producirse, la instalación suponga ventajas para este municipio del sur de Tenerife y sus residentes, advirtiendo de su ilegalidad, al vulnerar la directiva de hábitats y normativa sectorial como la Ley de Costas.
Los ecosocialistas recuerdan que la posibilidad de instalar un hotel en la zona aledaña a la Reserva Especial de la Montaña Roja y Zona de Especial Conservación por la normativa comunitaria fue un acuerdo fraudulento del actual alcalde, Jaime González Cejas, que firmó un convenio urbanístico en el año 2002 con los propietarios para que se incluyera el uso hotelero en el Plan General de Ordenación (PGO).
Este convenio finalmente fue incorporado en el documento de aprobación definitiva por las presiones del grupo de gobierno socialista presidido por Jaime González Cejas, el mismo que en estos días ha anunciado el proyecto del hotel. En ese PGO se contempla para el sector Costabella-Costa Tejita un uso residencial turístico; “ahí está el problema”, señala Antonio Cabrera, portavoz del comité local de Sí se puede en Granadilla y ex concejal en el ayuntamiento sureño. “Desde el Avance, González Cejas estaba decidido a incluir el uso turístico en la zona como puede comprobarse en el citado Convenio Urbanístico”, ha recalcado el citado portavoz.
.Al respecto, Cabrera recuerda que el proyecto de compensación aprobado por la Comisión de Gobierno en 2009 no pudo aprobar la instalación de un hotel, como erróneamente se está afirmando, porque esa autorización solo puede darla el PGO, y porque, como se sabe, el hotel aún hoy no tiene licencia municipal.
La Tejita se encuentra inserta en la Reserva Especial de la Montaña Roja y es Zona de Especial Conservación por la directiva Hábitats, lo que la convierte en un espacio con un grado de protección ambiental que garantiza el que esta joya natural permanezca virgen y salvaje en una zona de la costa tinerfeña absolutamente carcomida por la industria hotelera.
Por este motivo, la hipotética instalación de esta infraestructura debe contar previamente con los suficientes informes de impacto ambiental en el que se calculen los efectos nocivos de la instalación sobre el área natural protegida vecina a la instalación, de forma que, en virtud de sus conclusiones, pueda decidirse no conceder la autorización o exigir medidas correctoras y de restauración de esos impactos.
La organización ecosocialista considera que los retos económicos y sociales de Granadilla no se resuelven mediante la instalación de un hotel en este espacio natural, por tratarse de “una vuelta de tuerca más en un modelo de desarrollo obsoleto y depredador”, asegura el portavoz de Sí se puede en Granadilla. Tampoco se resuelve “con la ubicación en el municipio de otras empresas de las que el alcalde se jacta como si fuera uno de sus accionistas”.
El portavoz ecosocialista asegura que el desafío de Granadilla para garantizar un desarrollo económico sostenible y que sea capaz de generar y distribuir riqueza entre sus habitantes “apunta a otros ámbitos de la actividad económica distintos de la industria turística, como la generación de energías renovables, la potenciación del sector agropecuario local y la concentración de la actividad turística en turismo cultural, deportivo y de salud”.
Asimismo, la organización señala que el alcalde muestra su cara más caciquil cuando alardea de que el ayuntamiento negocia con estas empresas la política de contratación de ciudadanos del municipio, una práctica que “suele ir más allá de la recomendación de dar empleo a personas residentes en Granadilla y que acaba promoviendo contrataciones a cambio de lealtad al cacique y su partido en lo que no es más que una versión de esclavitud moderna, expresada en empleos temporales y voto cautivo”, según Cabrera.
Proyecto de compensación
Respecto a las falsas acusaciones difundidas recientemente en redes sociales y algunos medios locales, Sí se puede aclara que, en 2009, la Comisión de Gobierno municipal se limitó a aprobar inicialmente un proyecto de compensación, limitado por la obligación de ejecutar lo previsto en el PGO, sin autorización para eliminar el uso hotelero previsto y con el único fin de reparcelar sin que quepa otra opción que cumplir con lo que el PGO ya contempla. Se trata de “distribuir de forma equitativa, por acuerdo de los promotores, las cargas de las infraestructuras que se ubican en las diferentes parcelas del conjunto del sector, algo en lo que el ayuntamiento solo puede hacer sugerencias”, apunta Cabrera.
El portavoz ecosocialista asegura que “la autorización del hotel se basa en el PGO, que prevé una parcela hotelera, y que fue aprobado por el gobierno municipal socialista con Cejas a la cabeza”, aclara Cabrera. Por tanto, el proyecto de compensación no puede anular lo que dice el PGO de 2005, que es el que establece el uso residencial turístico, con base a un compromiso adquirido por Jaime González Cejas con los propietarios.
Antonio Cabrera asegura que las informaciones confusas son intencionadas y forman parte de “la estrategia de la mentira y la manipulación demagógica, con la intención de confundir a la opinión pública, algo habitual en el PSC de Granadilla, capaces incluso de promover denuncias falsas”.
El portavoz ecosocialista concluye que “el responsable del hotel de La Tejita es el actual grupo de gobierno, que era el mismo que en 2005 aprobó el PGO donde al sector Costabella-Costa Tejita figura como residencial turístico”. Según Cabrera, “lo que tienen que hacer el actual alcalde y algunos miembros de su grupo, pendientes de juicio oral, es no mentir más y marcharse del Ayuntamiento porque son un peligro para Granadilla”.