Según ha podido saber el comité local de Sí se puede en Güímar, desde hace unos meses se vienen repitiendo una serie de vertidos de aguas fecales en la Avenida Marítima de El Socorro, barrio costero de Güímar. Estos vertidos tienen lugar concretamente en el jardín que está en frente a la playa de la Entrada, y son consecuencia de la conexión de parte de los vecinos de este núcleo a una red de alcantarillado que no está en funcionamiento.
El portavoz municipal de Sí se puede en Güímar, Ruyman Expósito, recuerda que hace ya casi diez años se empezaron las obras para la instalación de una estación de bombeo cuyo objetivo es la gestión, junto con la red de alcantarillado, de las aguas negras del núcleo. El emplazamiento inicial propuesto por el Cabildo de Tenerife –en el jardín anteriormente nombrado—provocó el rechazo de los vecinos de las casas cercanas, por el malestar que dicha instalación podía producir en el entorno en forma de malos olores.
Tras varios años de conflicto, en los que el Cabildo negaba la posibilidad de otro emplazamiento, vecinos, Cabildo, Consejo Insular de Aguas y Dirección General de Costas llegaron a un acuerdo por el que se ubicaba dicha estación de bombeo hacia el sur del caserío, en los límites del Malpaís de Güímar. Sin embargo, la estación está aún cerrada y sin funcionamiento, a falta de que la Dirección General de Costas dé su visto bueno y se concluya la obra. “El problema ha venido de que algunos vecinos se han conectado a la red de alcantarillado, cuyas tuberías desembocan en la ubicación inicialmente prevista para la estación de bombeo, y esa es el agua que sale a la superficie en el jardín”, según palabras de Ruymán Expósito. “Esto supone presencia de heces, mal olor, insectos y las obvias molestias a los vecinos, y el problema se ve agravado cuando llueve o los fines de semana, en los que hay más personas en el barrio”, añade.
Desde Sí se puede Güímar se pide al Ayuntamiento que se adopten las medidas urgentes para aminorar en la medida de lo posible este importante problema de salud pública instando, si así fuera necesario, a administraciones superiores a que tomen cartas en el asunto de manera urgente.