Sí se puede denuncia que el Edificio Multifuncional Porfirio Torres Cruz de la plaza de la Libertad de Igueste de Candelaria, conocido como Centro Cultural de Igueste, fue inaugurado por el grupo de Gobierno socialista de forma precipitada justo antes de las últimas elecciones municipales con un acabado muy deficiente y sin prevenir sus necesidades de mantenimiento.
Según Mayca Coello, concejala de Sí se puede en Candelaria, “desde la elaboración del proyecto los vecinos y vecinas de Igueste discreparon con los futuros resultados del mismo prediciendo lo que hoy, lamentablemente, podemos contemplar; partes de las paredes y el techo se están cayendo, hay levantamiento de revestimientos, pavimentos, enfoscados, etc. La edil explica que además los cuadros eléctricos que se encuentran en el escenario no disponen de medidas de seguridad y cerramiento por lo que son accesibles para cualquier persona incluyendo a los menores que juegan habitualmente en la plaza”.
Para Coello “desde sus inicios los técnicos redactores no pusieron el interés suficiente para integrar un edificio tanto, en el emblemático pueblo, como a las necesidades de sus habitantes”. Aseguran que todas las salas de las que dispone son de escaso tamaño, “tremendamente calurosas y sin medios de aireación, un salón de proyecciones con demasiada luminosidad que impide la visualización de lo que se expone, un ascensor que no funciona desde su inauguración, mermando la accesibilidad de las personas con movilidad reducida y, por si fuera poco, con unos desperfectos de obra que pueden suponer un riesgo para la seguridad de los usuarios”.
Además –continúa Coello– “dicha plaza fue rehabilitada sin utilizar materiales acordes con el uso de la misma habiéndose producido alteraciones en la madera utilizada que tampoco conoce mantenimiento alguno por lo que está evidentemente deteriorada en algunos tramos”.
Es lamentable, finaliza la concejala de Sí se puede, que “un edificio que ha costado más de un millón de euros de dinero público se encuentre en este estado tres años después de su inauguración, y que el Ayuntamiento de Candelaria no haya contado nunca con una partida de dinero específica para el mantenimiento y la mejora de esta instalación, un ejemplo más de la política de apariencia que desarrolla el grupo de gobierno socialista”.