El debate sobre la inmigración y los dereos de las personas migrantes centró la jornada de este sábado, 12 de junio en el festival Buenavista Diversa, que organiza el ayuntamiento de Buenavista del norte mediante la creación de espacios de encuentro, convivencia y discusión que buscan la ruptura de los prejuicios y la superación de los conflictos, mediante la promoción de la cooperación en un debate en el que escuchar, responder, preguntar, empatizar, simpatizar, debatir y convivir.
La de este sábado fue una mesa redonda intensa, en la que distintos ponentes relacionados con la materia, expusieron, a partir de su experiencia, un duro discurso con el objetivo de incitar la reflexión de los asistentes, que también pudieron expresar sus pensamientos, dudas, preguntas y teorías.
Loueila Elmami Omar, abogada y activista por los derechos de las personas migrantes, intervino a través de una conexión de internet desde Lanzarote. Planteó su historia más personal, en la que se definió como “mujer migrante, negra, saharaui, yo soy afortunada porque he podido estudiar y desde este privilegio tengo la responsabilidad de trabajar por las personas migrantes”.
Elmami centra su trabajo en la ayuda a las personas que migran y se encuentran a su llegada a Canarias con una situación crítica de indefensión. La abogada no esconde ni endulza las palabras para transmitir la situación extrema que se vive en esta búsqueda de mejoría vital. Finaliza su ponencia con una frase contundente para la mesa “todos estamos en tránsito”.
El Chojin, rapero, compositor y escritor, que había participado ya en el festival, tanto en la mesa inaugural como impartiendo un taller de música en el Centro Ocupacional Isla Baja, manifestó un discurso con sabor agridulce, ya que, a pesar de sus palabras de motivación, su postura sobre la migración no deja de ser pesimista. “Si te crees dueño del pedazo de tierra en el que vives, lo normal es que te creas con el derecho de defenderlo de esa otra persona que también quiere disfrutar de él”, señaló. Además, El Chojin puso el acento en el origen del asunto: “si un europeo emigra a América, coloniza el continente. Si un africano, viaja en cayuco a Europa, viene a invadirnos. Quizás debemos dejar de hablar de los Derechos Humanos para hablar de derechos de los europeos”.
Txema Santana, periodista especialista en migraciones, habló de la dureza y el incremento de la xenofobia y cómo la gestión pública, condiciona el pensamiento de la sociedad. “La mayor expresión de racismo en esta crisis migratoria ha sido la gestión del Gobierno del Estado Español, al recluir a más de 2.500 personas durante semanas en el muelle de Arguineguín y en condiciones infrahumanas. Niños, niñas, mujeres y hombres hacinados a la intemperie en escasos metros cuadrados”.
Natalia G. Vargas, periodista en Eldiario.es, contó su experiencia como reportera durante la crisis migratoria actual tras su paso por Senegal con un discurso cercano y personal sobre su carrera como periodista: “una mujer que apenas sabe decir dos palabras en español trata de que encuentres información sobre su marido, que está retenido en Las Palmas. ¿Cómo vamos a reconocer a una persona si los periodistas estamos a un kilómetro porque si no, vulneramos sus derechos a la intimidad? Quien viola los derechos de esas personas es la propia administración”.
Mba Bee Nchama, activista panafricanista, achaca la dureza de la situación actual que vive la sociedad frente al extremo racismo y afirma que el lenguaje debe ser el correcto para que la verdad sea contundente: “debemos dejar de decir que han muerto ochenta migrantes en el mar para decir que han asesinado a ochenta personas”, apunta.
También hace una pregunta a la administración del Estado: “¿Cuántas personas deben morir para poder decir hasta aquí? El sistema de acogida es racista. Racismo y ONG van unidas. Las Raíces la gestiona una ONG y no lo hacen con respeto. No son campos de la vergüenza, son campos de concentración”, dijo para terminar afirmando que existe racismo en la sociedad y en las administraciones públicas, “desde insultos hasta que un ayuntamiento no quiera empadronar a una persona migrante por no hacer un efecto llamada”.
La jornada del sábado terminó con un concierto de los Hermanos Thioune, quienes imparieron un taller de danza y otro de percusión africana como cierre del festival, y el esperado concierto del rapero El Chojin que registró un lleno absoluto en el casco histórico del municipio.