Sí se puede apoya al personal del Ayuntamiento de Candelaria en su reclamación de un convenio colectivo como instrumento de protección de los derechos laborales, que lleva “demasiado tiempo paralizado en una situación frustrante e infructuosa”, asegura la portavoz del grupo municipal de este partido en la corporación, Mayca Coello, que de esta manera suma la voz de la organización a la del colectivo de trabajadoras y trabajadores municipales y sus representantes sindicales en esta demanda.
Coello recuerda que “desde que entramos en el Ayuntamiento, en 2011, encontramos esta situación inaceptable, por lo que Sí se puede ha presentado en varias ocasiones distintas iniciativas, con propuestas concretas dirigidas a regularizar las relaciones laborales en la corporación, caracterizadas de manera general por una precariedad intolerable e incoherente con un gobierno municipal socialista”.
La exigencia se refiere especialmente, en esta ocasión, a la situación de las Empresas Públicas Municipales del Ayuntamiento de Candelaria (Epelcan) y Viviendas y Servicios Municipales de Candelaria, S.L., dependientes del Ayuntamiento, que “no consiguen salir del círculo vicioso de unas negociaciones para un convenio colectivo estancadas indefinidamente, prolongando así la precariedad y el trato desigual en materia de derechos laborales entre el personal municipal”, señala la portavoz.
La concejala de Sí se puede llama la atención sobre la situación del personal de estas dos empresas municipales, porque “en su caso, la situación es más extrema, al no contar con un convenio colectivo en el que se establezcan las obligaciones del Ayuntamiento respecto a su personal y las condiciones en las que se prestan los servicios”. A juicio de la organización, “es inadmisible prolongar en el tiempo la inestabilidad y desigualdad en las que trabajan estas personas”, añade.
Sobre la elaboración de este convenio, Sí se puede defendió en el pleno de enero de 2016 una moción en la que instó al gobierno municipal a negociar un convenio colectivo en el que se recogieran los derechos laborales y retributivos del personal contratado en las empresas municipales. La propuesta fue rechazada por el pleno, por lo que, en diciembre de 2018 y enero de 2019, el grupo municipal preguntó de nuevo por el proceso de negociación sin obtener respuesta hasta el momento.
Sí se puede considera que los términos presentados en aquella moción siguen siendo válidos. Se trata de negociar y aprobar con carácter de urgencia el reclamado convenio colectivo mientras, como medida provisional, el Ayuntamiento se compromete también de forma urgente a establecer medidas para garantizar el principio de igualdad en el trato para todos los empleados y empleadas públicas de la corporación, de forma que tanto al personal de Epelcan como al de Viviendas Municipales se le apliquen las mismas mejoras, respecto a derechos laborales y retributivos que ya disfruta el resto del personal municipal de acuerdo a lo previsto en la legislación, con el fin mejorar sus inaceptables condiciones de trabajo, impropias de una administración pública.
“Nueve años después de nuestra entrada a la corporación, seguimos hablando de lo mismo –apunta Coello–: El Ayuntamiento de Candelaria no ha gestionado con los principios de una administración pública ni con criterios de equidad retributiva y las consecuencias las pagan los trabajadores y trabajadoras. La base del enquistamiento es la falta de capacidad de gestión y de voluntad política para resolver este grave problema”.
Asimismo, Sí se puede recuerda que, aunque cuente con un convenio colectivo, el resto de la plantilla que desempeña sus labores para el Ayuntamiento lo hace también en unas condiciones precarias, que deben resolverse mediante una actualización de la Relación de Puestos de Trabajo (RPT), una medida concreta que también han denunciado reiteradamente y llevado al pleno, a pesar de lo cual, sufre un retraso significativo, siendo muy probable que la propuesta no se culmine hasta 2021.
En general, apunta Coello, “falta personal en la estructura técnica y administrativa de la corporación y, para mantener el funcionamiento municipal, el personal realiza numerosas horas de servicios extraordinarios en detrimento de su salud y de la conciliación personal y familiar. Todos estos factores se suman para crear unas condiciones laborales que, además de al personal, afectan negativamente a la eficiencia de la gestión municipal y a los servicios que se prestan a la ciudadanía”.