Sí se puede insta al Ayuntamiento de Candelaria a eliminar el uso del glifosato en los espacios públicos en el municipio y lo hace mediante una pregunta del concejal Antonio Delgado dirigida al gobierno municipal en el pleno de este jueves, 28 de enero, con la que pide información por escrito sobre si el gobierno local tiene constancia del uso de glifosato y productos similares para la eliminación de herbáceas en los lugares públicos de Candelaria.
Delgado requiere que, en su respuesta, el gobierno dé detalles sobre si este tipo de productos se han estado empleando en lugares como carreteras, caminos, aceras, jardines, parques, entorno de redes de abastecimiento de agua, entre otros, y sobre si estas acciones las han ejecutado personal fijo o eventual al servicio de la corporación o si se han hecho cargo de ellas otras administraciones públicas.
El concejal apela al principio de precaución al tiempo que recuerda las evidencias científicas que identifican este herbicida y similares a él como un perjuicio para la salud e insiste en que “es conocido el daño para la salud de las personas y al medioambiente que este producto ocasiona”, al tiempo que recuerda que “la propia Organización Mundial de la Salud declaró el glifosato como ‘probablemente cancerígeno’ el 20 de marzo de 2015”.
Delgado recuerda que ha estado comprobado el empleo tradicional de glifosato y otros productos similares como herbicida en las labores de mantenimiento de parques, jardines y zonas verdes, con el fin de eliminar la vegetación localizada en estos espacios, así como en las tareas de recogida, corte y eliminación del rabo de gato en los bordes de carreteras y caminos y que todo esto se hace con una frecuencia periódica en Candelaria.
Por tanto, “rociar con glifosato las tierras de cultivo, los parques y jardines, el margen de las carreteras, así como las aceras, tiene consecuencias negativas demostradas, en la salud de las personas y, además, tiene graves impactos en el medio ambiente, puesto que contamina los suelos y el agua y afecta a otros seres vivos”, enfatiza el concejal de Sí se puede. Delgado añade que esta práctica “reduce la diversidad y cantidad de especies vegetales y por ello puede afectar a seres vivos cruciales para la agricultura, como son los polinizadores”, de forma que el impacto ecológico es todavía mayor.