Sí se puede ha vuelto a ser la única fuerza política que vota en contra del proyecto de presupuestos presentados por el gobierno de Candelaria. La portavoz de la organización en el Ayuntamiento, Lourdes Mondéjar, rechazó en el pleno de febrero la propuesta del PSOE, al recordar, entre otras razones, carencias relativas a los fondos destinados a las áreas de Servicios Sociales y servicios públicos en general y la falta de inversiones a través de planes y programas, algo que considera imprescindible plantearse, dada la situación de crisis económica y social, que se endureció durante la pandemia y ahora se profundiza por la guerra en Ucrania y la inflación.
A juicio de Sí se puede, el plan del gobierno local para distribuir los fondos y recursos de la corporación evidencia la ausencia de un proyecto para el municipio. Mondéjar destacó que, una vez más, el presupuesto destinado a Servicios Sociales es inferior al 10%, cantidad recomendada por la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, mientras que el gobierno dedica solo el 8,4% a esta área municipal, clave para prever y poner tope a la vulnerabilidad social de las familias candelarieras.
“La única vez en que la corporación reservó un 10% de su presupuesto para los Servicios Sociales fue en 2018, cuando el gobierno necesitó de Sí se puede para darse estabilidad, en el mandato pasado, y establecimos esta inversión como un criterio inexcusable”, recuerda la concejala. “Si esto era necesario hace cinco años, más lo es ahora, cuando la negativa evolución de la economía no ha hecho más que aumentar el colectivo de las personas más vulnerables. La salud social debe ser un objetivo de las administraciones públicas antes de que se incrementen las cifras”, subraya.
Asimismo, para Sí se puede es fundamental el trato igualitario a los distintos pueblos y barrios del municipio. “Nos negamos a aceptar que se creen diferencias entre las distintas zonas del municipio y sus habitantes; es una de las razones por las que no aprobamos estos presupuestos”, asegura Mondéjar. La concejala destaca que uno de los ámbitos clave donde se experimenta esta diferenciación discriminatoria es en las inversiones en las infraestructuras necesarias para la gestión del ciclo del agua. En este sentido, “en Sí se puede no queremos dos Candelarias: la del centro urbano y la de los pueblos de las medianías”, sentencia la portavoz.
Igualmente, Sí se puede defendió en el pleno el incremento de las partidas destinadas a las políticas para mujeres, menores, familia y personas mayores, como garantía para promover “la salud social”, al tiempo que insistió a través de su portavoz en que, desde su punto de vista, los servicios públicos no deben abordarse con criterios de rentabilidad económica, sino que deben entenderse en su condición de pilares del Estado del Bienestar.
Para el partido asambleario también es fundamental que Candelaria se rija por un Plan de Pueblos y Barrios, de forma que los presupuestos municipales se diseñen conforme a una calendarización de proyectos. Entre los objetivos de estos, Sí se puede sitúa como inversiones prioritarias las destinadas al ciclo integral del agua: infraestructuras básicas de saneamiento, renovación de la red de abastecimiento de agua, alcantarillado, canalización de pluviales y distintos métodos de depuración de aguas residuales según la orografía de cada pueblo. La concejala puso énfasis en la inversión en “las medianías, para generar una sostenibilidad que contribuya a la disminución de la huella de carbono, al ahorro energético, a la creación de empleo, a la economía circular y a la preservación medioambiental de Candelaria” y, en relación a las medianías, “creemos que deben aumentar aún más las partidas destinadas al Transporte a la demanda”.
Sumados a todo lo anterior, factores como la insuficiencia de partidas tan significativas como las de medio ambiente, participación ciudadana y recursos pesqueros constituyen una “clara señal de que el gobierno municipal no tiene un proyecto para el municipio y se agota en el único objetivo de mantenerse al mando en el Ayuntamiento, sin un horizonte que contemple el bienestar de la ciudadanía”, concluye Lourdes Mondéjar.