El Día de las Tradiciones se convirtió este, sábado, en su tercera edición en la confirmación que habían apuntado ya las dos ediciones anteriores: un éxito de participación, de propios y extraños, para disfrutar de las tradiciones, bailes, juegos y artesanía canaria. La plaza de la ermita de Machado y sus alrededores volvió a ser el escenario en el que durante la mañana y la tarde se sucedieron muestras de artesanía y exhibiciones del juego del palo, lucha canaria o bolas, además de un sendero por la zona para los más madrugadores. Pero este año hubo más y quien quiso pudo jugar una partida de envite, disfrutar de la trilla tradicional, practicar el baile de cintas propio de El Rosario (rescatado del olvido por el historiador Marcos Reyes y su grupo de jóvenes bailadores) o degustar tapas de garbanzas, un cochino asado o la rica miel esperancera. Además, hubo taller de alfarería, de lana, muestra de mantas esperanceras, grupos folclóricos y hasta la recreación de un poblado guanche y sus ancestrales tradiciones. El alcalde de El Rosario, Escolástico Gil, el concejal de Cultura, Fidel Vázquez (Sí se puede), y el resto de miembros de la Corporación presentes no dudaron en contagiarse de una jornada irrepetible, que cada año atrae a más público.