Sí se puede reclama el cese de la jefa del Servicio Provincial de Costas en la provincia de Santa Cruz de Tenerife por las vulneraciones cometidas con el hotel que se construye de manera ilegal en la playa de La Tejita, en el municipio tinerfeño de Granadilla. La organización ecosocialista ve imprescindible que el gobierno estatal de PSOE y Unidas Podemos incorpore en la jefatura de este servicio a personal funcionario con un compromiso ambiental acorde a lo que requiere el cuidado del mayor espacio natural de Canarias.
“Hay que recordar que las costas de las Islas son nuestro mayor espacio natural y el más desprotegido, y es precisamente por eso que debemos de contar al frente con una técnica con mayor compromiso y que muestre más interés que la jefa de Costas actual, que no está a la altura de lo que exige la conservación de nuestro patrimonio natural –asegura Carmen González Rodríguez, portavoz de la Asamblea Local de Sí se puede en Granadilla–; por este motivo, Sí se puede exige al gobierno de PSOE y Unidas Podemos y, especialmente, a la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera Rodríguez, que adopte las medidas necesarias para cambiar a esta funcionaria, caracterizada por un comportamiento indolente ante las irregularidades que afectan a nuestra costa, hasta rozar la negligencia”.
A juicio de Sí se puede, “es hora de que el cambio de gobierno se aprecie en la Demarcación de Costas de Santa Cruz de Tenerife, un ámbito de la administración pública tan sensible frente a los desmanes medioambientales depredadores de la costa insular, y que, por primera vez, personal funcionario con sensibilidad, compromiso y criterios de protección medioambiental se haga cargo de un servicio en el que se juega el presente y el futuro de un espacio amenazado por la presión de la actividad turística sobre el territorio”, añade la portavoz.
Las declaraciones de González se refieren al hotel La Tejita Luxury Beach Club Resort, que se está construyendo de manera ilegal en la zona limítrofe al Espacio Natural Protegido de Montaña Roja, en Granadilla, y dentro de su área de amortiguación, un espacio que hasta 1987 estaba incluido dentro del perímetro de salvaguarda de este espacio, “calificación que fue eliminada de forma muy sospechosa, al ver cómo han seguido los acontecimientos hasta este momento”, apunta la portavoz de Sí se puede en Granadilla. El partido ecosocialista canario se manifiesta en estos términos a raíz de la iniciativa de varios activistas que este martes, 16 de junio, han realizado una acción de denuncia en el entorno de las obras, una actuación que ha vuelto a poner en el tapete con contundencia la ilegalidad que se está cometiendo en esta playa del sur de Tenerife.
La zona de Montaña Roja tiene un valor natural singular, por tratarse de uno de los escasos lugares del mundo en los que un volcán se encuentra situado al lado del mar, como ocurre también con el Espacio Natural de Montaña Pelada, igualmente ubicado en el municipio de Granadilla y amenazado por otro proyecto hotelero. “Estas iniciativas solo pretenden vender nuestra tierra a empresas ajenas que explotan nuestro territorio y se llevan los beneficios fuera”, manifiesta González.
A juicio de Sí se puede, “es evidente que el territorio de las Islas es limitado y que los principales elementos que sostienen la economía del Archipiélago, los espacios naturales protegidos y las playas, no pueden destruirse, porque son un patrimonio de todos”, apunta la portavoz ecosocialista. Asimismo, González destaca que la justificación del hotel como un supuesto elemento generador de empleo “parte de una premisa falsa, que es la que afirma que el modelo turístico actual, basado en las instalaciones hoteleras, genera empleo; si fuera así, no mantendríamos índices de desempleo superiores al 25 % mientras los hoteles mantenían una ocupación del 100 por 100 antes de la crisis causada por la COVID-19, un hecho inédito que además ha puesto en cuestión la dependencia del sistema económico canario respecto a un modelo turístico que solo genera exportación de riqueza, dependencia, precariedad laboral y vulnerabilidad, además de destrucción ambiental”.