La adaptación del municipio al decreto de sanidad mortuoria -máxime tras los daños en el tanatorio de Guadá-, las obras asociadas a la accesibilidad universal, la depuración de aguas residuales, la elaboración de un plan estratégico de subvenciones, el fomento del sector primario o la regulación de la participación ciudadana en el municipio deberían estar recogidas en ese documento en opinión de Sí se puede.
Sí se puede ha solicitado al gobierno de Valle Gran Rey explicaciones sobre la elaboración de los presupuestos del Ayuntamiento para 2018, al presentar recientemente una petición ante el registro de la corporación en la que se solicita al grupo de gobierno de CC un informe del trabajo realizado durante los últimos tres meses para su elaboración, además de acceso al informe de Intervención sobre el contenido del Presupuesto prorrogado, en el que se deben concretar los créditos prorrogables y, en su caso, los ajustes.
En este sentido, el concejal de Sí se puede en Valle Gran Rey, Carlos Hernández Chinea, afirma “el presupuesto del Ayuntamiento es una herramienta clave para la gestión del municipio, por lo que es de vital importancia que sea suficientemente debatido y trabajado de manera conjunta por todos los grupos políticos que componen el pleno”. Por tanto, para la formación asamblearia debe establecerse un plan de trabajo en el que se establezca un calendario de las reuniones, los plazos de presentación de propuestas y cualquier otra cuestión relevante para facilitar y organizar el proceso previo al debate del documento en sesión plenaria.
Para Sí se puede en Valle Gran Rey, existen una serie de prioridades en el municipio que deben trabajarse con premura y ser incorporadas en los presupuestos de 2018, cuya aprobación inicial no debería atrasarse a más allá de finales de enero para que este documento no pierda su valor como instrumento de planificación y guía de buen uso de los recursos municipales.
Hernández señala “el estado del tanatorio de Guadá y las alternativas que se planteen tras los daños acaecidos por el reciente derrumbe deberían estar planteadas. Desde el 12 de diciembre que cayeron las piedras sobre la instalación nada se sabe sobre qué propuestas maneja el gobierno municipal para esta edificación y qué alternativas se manejan para que el Ayuntamiento cumpla con el decreto de sanidad mortuoria, cuyo plazo vence en septiembre de este año. A este respecto, desde la formación asamblearia se recuerda que en dos ocasiones se ha preguntado en pleno por las previsiones del gobierno municipal para cumplir con ese decreto y no ha obtenido respuestas clarificadoras.
Otra de las grandes prioridades que en opinión de la formación debería recoger el presupuesto es la adaptación de los edificios municipales a la accesibilidad universal. “Se dijo en nota de prensa que tenían un informe exhaustivo, pero lo cierto es que desconocemos cómo tiene planificado el gobierno adaptar el edificio central del Ayuntamiento o los centros culturales de La Calera, Arure y Taguluche y hacerlos accesibles” comenta el concejal.
Además de esto, desde Sí se puede se señala la necesidad de enfocar la estrategia municipal para que las aguas residuales del municipio sean tratadas y vertidas o reutilizadas convenientemente. “La depuradora de Arure sigue siendo una entelequia y sobre la estación de Playa del Inglés, la única con la que cuenta el municipio, se cierne la eterna duda de qué pasará con las aguas que depura. Además, tendría que estar trabajándose en alternativas para implantar sistemas de depuración natural en Las Hayas y Taguluche” subraya Hernández.
También insisten desde la formación asamblearia sobre la necesidad de trabajar de forma prioritaria en un plan estratégico de subvenciones. “Lo presentamos como moción y fue aprobada por unanimidad, pero nada se hizo en 2017, a pesar de que la ausencia de este documento indispensable provocó que las ayudas a estudiantes y las subvenciones a proyectos no pudieran siquiera plantearse”.
Para Sí se puede, además, la elaboración participada del Plan General de Ordenación, el fomento de la agroecología y la soberanía alimentaria, la regulación de la participación ciudadana, la atención de las necesidades sociales y el fortalecimiento del tejido empresarial deberían ser prioridades del municipio para 2018, manteniendo y mejorando los servicios que se llevan hasta ahora.
“Vemos con preocupación cómo, en vez de mejorar los servicios, a finales de 2017 se han cerrado algunos como la biblioteca o la oficina de información turística, y otros hayan estado en riesgo de no poder mantenerse como la Escuela Infantil, la Vivienda Tutelada o la recogida selectiva” manifiesta el portavoz.
Desde Sí se puede se llama la atención sobre que “no se nos ha presentado hasta ahora ningún plan de trabajo para el debate del presupuesto de 2018 y no hemos tenido noticia de que se haya realizado algún avance al respecto”, mientras que “la elaboración del cronograma de reuniones ofrecida y prometida desde el gobierno municipal está aplazada y sin visos de que se establezca”, finaliza su intervención Hernández.