Arcila insiste en que la única salida viable es resolver el contrato con Emmasa por graves incumplimientos

 

Pedro Fernández Arcila, concejal de Sí se puede en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, insistió hoy en que la única salida viable, justa y adecuada a derecho en cuanto al conflicto judicial sobre la prestación del servicio de aguas en el municipio es la resolución del contrato con el grupo Sacyr-Vallehermoso, accionista mayoritario de Emmasa, por graves incumplimientos del pliego de condiciones.

Tras conocerse ayer que un auto judicial obliga a repetir el pleno de 2005 por el que se privatizó el servicio, Arcila insiste en que la vía de rechazar la privatización en la sesión plenaria que habrá de celebrarse dentro de dos meses por orden judicial resultará muy dañina para los intereses de los ciudadanos y del Ayuntamiento. Si el pleno opta por esta alternativa, Sacyr-Vallehermoso reclamará una indemnización millonaria inasumible y a todas luces injusta, dada la nefasta gestión desarrollada por este grupo empresarial desde el año 2006.

Por el contrario, el Ayuntamiento no deberá abonar ni un euro al grupo empresarial si decide rescindir el contrato argumentando graves incumplimientos del pliego de condiciones por el que se le concedió el servicio, recuerda el concejal de Sí se puede, organización que viene desarrollando desde el principio de este mandato una campaña informativa para lograr el retorno de Emmasa a manos públicas.

Estos incumplimientos van desde la subcontratación de prestaciones accesorias sin autorización y de prestaciones esenciales –expresa­mente prohibidas en el contrato– hasta el vertido de dos tercios de aguas residuales sin depurar al litoral, que ha sido denunciado por Sí se puede y por la Asociación Tinerfeña de Amigos de la Naturaleza (ATAN) ante la Fiscalía de Medio Ambiente.

Incumplimientos descarados

Pero sin duda los más graves incumplimientos se centran en las cantidades millonarias que la empresa, de manera descarada y con el silencio del Ayuntamiento, ha dejado de invertir, tal y como estaba obligada por contrato. Debido a su nefasta gestión, el déficit de Emmasa rondará los 30 millones de euros si continúa en manos de Sacyr-Vallehermoso durante los 18 años que restan de concesión. Estas pérdidas han sido calculadas por Sí se puede a partir del déficit de la empresa entre 2008 y 2012, que asciende a 8,5 millones de euros.

Las citadas pérdidas se suman a las decenas de millones de euros que Sacyr-Valleher­moso no ha invertido en los últimos siete años y que se desglosan de la siguiente manera: 9,9 millones con cargo al fondo de grandes reparaciones, que se desarrollarían durante los primeros cinco años de la concesión; 54 millones de inversiones en el periodo 2006-2012; 45 millones de inversión propia del licitador a fondo perdido (condición por la que Sacyr Vallehermoso se hizo con el servicio); y 74 millones del compromiso de obtener obras financiadas por otras administraciones (europeas, estatales y canarias) para el periodo 2006-2012.

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