Sí se puede advierte del grave deterioro del patrimonio en Los Realejos
El Comité Comarcal Valle de la Orotava de Sí se puede, a través de su portavoz Damián Marrero, advierte del grave deterioro en el que se encuentran algunos edificios emblemáticos del municipio.
“La histórica desidia de los sucesivos grupos de gobierno respecto al escaso patrimonio arquitectónico en este municipio se ha visto agravada por la actitud de desinterés mostrado por el PP, que gobierna con mayoría absoluta”, argumentan.
La organización de izquierdas opina que el problema es que el tiempo juega en contra de la preservación de edificios emblemáticos como la Casa de Agustín Espinosa, La Gorborana, El Colegio San Agustín o la casa natal de Viera y Clavijo, por poner solo algunos de los ejemplos más representativos. Estos edificios se encuentran en distintos grados de deterioro y requerirían intervenciones de urgencia.
Según Marrero “habitualmente se emplean dos argumentos para justificar la inacción del Ayuntamiento, problemas referidos a la propiedad de los inmuebles y la falta de recursos públicos”. Respecto al primero existen instrumentos legales, sobretodo con aquellos inmuebles declarados Bien de Interés Cultural (BIC), para intervenir en ellos. Respecto a lo segundo, Sí se puede cree que la respuesta a esta crisis planificada no puede seguir siendo una “austeridad suicida, sino, muy por el contrario, activar políticas de estímulo del empleo, diversificación productiva y economía sostenible”.
“Es evidente que en este tema el PP muestra una clarísima falta de voluntad política, acaso porque crea que no proporciona suficientes réditos electorales”, afirman. La formación ecosocialista cree que la puesta en valor del patrimonio (arquitectónico, cultural, medioambiental, etc) debe ser uno de los pilares sobre los que se asiente un nuevo modelo económico que sustituya al cemento, el asfalto y la especulación urbanística.
Desde Sí se puede demandan finalmente un plan de rehabilitación y gestión del patrimonio, consensuado con los agentes políticos y ciudadanos, y exigen también que el grupo gobernante deje de hacer oídos sordos a las numerosas demandas que en este sentido están surgiendo en los medios de comunicación y entre los vecinos.