La Laguna homenajea al colectivo scout local por su promoción de valores y fomento del voluntariado en la infancia y la adolescencia
El municipio cuenta con varios grupos y una de las representaciones más importantes y longevas de este movimiento en la Isla
La plaza del Hermano Ramón, dentro las Casas Consistoriales de La Laguna, ha celebrado este martes, 22 de febrero, el Día de los Valores Scout, un acto de homenaje institucional a un movimiento con una larga tradición e importante representación en el municipio, una de las más destacadas de la Isla, y que cuenta con el aval de un acuerdo plenario de todos los grupos municipales para reconocer la promoción de valores sociales y del voluntariado entre la infancia y la adolescencia del municipio.
Integrantes de los grupos scout Aguere, con 54 años de historia, y Atamán, con otros 35, leyeron el manifiesto conjunto para esta jornada, en la que la bandera scout ondeará durante todo el día y que contó con el respaldo de concejales y concejalas de todas las formaciones políticas de la Corporación. Además, este acto se convirtió en un lugar de encuentro con los nuevos grupos creados recientemente y en un espacio para recuperar e impulsar la actividad tras dos años de pandemia.
El concejal de Bienestar Social y primer teniente de alcalde, Rubens Ascanio, dio la bienvenida a las personas asistentes y destacó el importante impacto del movimiento scout en el municipio desde 1914, “niños y niñas, adolescentes que nos dan un ejemplo a toda la sociedad. Una juventud sana, saludable y activa que participa y colabora, y que, en una sociedad individualista y hedonista, se compromete a generar comunidad, defender la colaboración y el voluntariado y promover actividades que tienen que ver con la defensa de valores tan importantes como la justicia social, la defensa del medio ambiente, la solidaridad o la igualdad. Aspectos que nos parecen tan contemporáneos y que, sin embargo, este movimiento está defendiendo desde hace más de un siglo”.
Jóvenes integrantes de los citados grupos locales, que han acogido a miles de niños, niñas y jóvenes de La Laguna durante su historia, leyeron el manifiesto en la jornada en la que se celebran 165 años del nacimiento del fundador de los scouts en 1907, Baden Powell. En su intervención, recordaron que este es “un movimiento de paz, que está por encima de razas, religiones y opciones políticas; una gran escuela de ciudadanía y liderazgo, que tanto hacen falta en nuestra sociedad y en el que participan más de 40 millones de niños, niñas y jóvenes en todo el mundo”.
Las aportaciones de estos grupos a la vida municipal “ha sido y continua siendo rica, no solo en los ámbitos de la infancia y juventud, sino también en distintas facetas sociales y culturales, implicando no solo a niños, niñas y jóvenes asociados, sino también a sus familias y entornos cercanos, creando una verdadera dinámica de desarrollo comunitario y fomento del voluntariado para formar ciudadanos comprometidos con la sociedad y que quieren construir un mundo mejor”, recordaron.
“Ver a jóvenes scout realizando voluntariado por las calles laguneras es una imagen habitual los fines de semana, lo que dice mucho del dinamismo y fuerza del escultismo lagunero y de nuestro compromiso para formar personas jóvenes, íntegras, honestas, críticas y activas, comprometidas con la sociedad y en su transformación”, añadieron.
Además, destacaron que estos colectivos desarrollan programas destinados al fomento de la igualdad, la salud y la participación infantil y juvenil, además de a la educación para la paz y la solidaridad, el cuidado del medio ambiente, el fomento del emprendimiento y la creatividad juvenil, entre otros. Un espíritu que se ha mantenido vivo durante la pandemia, como demostró este encuentro.
Ciudad Amiga de la Infancia
La Laguna ha sido declarada Ciudad Amiga de la Infancia, una iniciativa respaldada por UNICEF y que implica el compromiso del gobierno local en trabajar para que las y los menores tengan acceso a servicios esenciales de calidad, vivan en entornos seguros y limpios, tengan la oportunidad de disfrutar de la vida familiar, el juego y el ocio, y que sus voces se escuchen y consideren en las normativas y políticas públicas, en los presupuestos y en todas las decisiones que les afectan.