Un proyecto europeo recurre a la ciudadanía para prevenir desprendimientos en la Anaga lagunera

La Casa de los Capitanes acoge la primera sesión de trabajo para constituir un observatorio con la propia población, cuyo propósito será aportar datos para reducir el riesgo en este espacio natural

El municipio de La Laguna ha sido seleccionado para implementar un proyecto europeo que busca prevenir los riesgos geológicos gracias a la participación activa de la propia ciudadanía. El espacio municipal del Parque Rural de Anaga, una zona montañosa con una gran afluencia de visitantes y poblaciones aisladas susceptible de sufrir desprendimientos de rocas, es el punto en el que se desarrollará esta experiencia piloto, que tiene como finalidad recabar la mayor información posible sobre este tipo de peligros para mejorar la base de datos a nivel nacional y reforzar la seguridad.

A través de la Plataforma para la Gestión de Riesgos Geológicos del Atlántico (AGEO), financiado por el programa Interreg Espacio Atlántico con tres millones de euros, se crearán observatorios ciudadanos en un total de cinco países. En España, esta herramienta participativa se pondrá en marcha en Canarias, limitándose en el caso de Tenerife a la Anaga lagunera. Esta acción, liderada por el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) con el apoyo de la Universidad de La Laguna y el Ayuntamiento, permitirá a la población colaborar de forma sencilla en la detección de desprendimientos.

Un momento de la rueda de prensa, con el concejal de Medio Ambiente y Lucha contra el Cambio Climático de La Laguna, José Luis Hernández (en el centro de la imagen, de pie).
Un momento de la rueda de prensa, con el concejal de Medio Ambiente y Lucha contra el Cambio Climático de La Laguna, José Luis Hernández (en el centro de la imagen, de pie).

El concejal de Medio Ambiente y Lucha contra el Cambio Climático, José Luis Hernández, y los coordinadores del proyecto AGEO, el ingeniero Juan Carlos Santamarta (de la Universidad de La Laguna) y la investigadora del IGME Isabel Montoya, han sido los encargados de presentar este jueves la iniciativa. A este encuentro, celebrado en la Casa de los Capitanes, acudieron representantes de las asociaciones vecinales de El Batán, Bejía, Chinamada y Las Carboneras; miembros de Protección Civil, Policía Local y la Gerencia de Urbanismo; y agentes de la Unidad de Protección del Medio Ambiente.

José Luis Hernández informó de que esta reunión ha supuesto la primera sesión para constituir el Observatorio Ciudadano sobre Riesgos de Desprendimientos, “un contacto previo con las vecinas y vecinos de Anaga, así como con profesionales y organizaciones, al que le seguirá un segundo encuentro, ya de formación y trabajo, que se llevará a cabo en Las Carboneras el próximo 15 de julio”.

“Estamos encantados de que se nos brinde esta oportunidad, la cual queremos aprovechar al máximo para incorporar los conocimientos y experiencias de la población, mediante este laboratorio de participación, de cara a prevenir los peligros de este tipo y mejorar la seguridad en este espacio natural”, destacó el edil.

Con la puesta en marcha de este proyecto, “los ciudadanos van a ser los ojos de los científicos para conocer a fondo cómo funcionan” estos fenómenos “y mejorar la gestión”. Con estas palabras, Isabel Montoya resumió AGEO. A través de esta plataforma, las personas que encuentren cualquier situación de inestabilidad en el terreno de la Anaga lagunera podrán mandar la información al IGME a través de dos vías: utilizando una aplicación móvil o enviando un correo electrónico a la dirección moves@igme.es. Una vez recibida, será validada e incluida en la base de datos nacional para ver “de qué manera se puede reducir ese riesgo. La finalidad es la prevención; conocer lo mejor posible el peligro para poder prevenir”, concluyó.

Por su parte, Juan Carlos Santamarta explicó que esta iniciativa también se llevará a cabo en El Hierro, en San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria) y en otros puntos europeos, como en Lisboa e Irlanda. “Nosotros ponemos las herramientas para que los ciudadanos contribuyan a la ciencia” con el propósito de “mejorar la calidad de vida”. Aunque el proyecto tiene una vigencia de tres años, indicó que la idea es que la aplicación móvil se mantenga en el tiempo y que se extienda a todo el Archipiélago.

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