Sí se puede condena la expulsión de su portavoz en el pleno de Tegueste por el alcalde

Manuel Martín: “Molina impide y dificulta el debate de los asuntos municipales en las sesiones cuando se pone en evidencia su nefasta gestión o simplemente le incomodan los argumentos”

Sí se puede condena la expulsión de su portavoz en el Ayuntamiento de Tegueste, Manuel Martín, por orden del alcalde, José Manuel Molina, durante la sesión del pleno munciipal, celebrado este mates, 29 de noviembre. A juicio de Martín, Molina “impide y dificulta el debate de los asuntos municipales en las sesiones cuando se pone en evidencia su nefasta gestión o simplemente le incomodan los argumentos”.

Este tipo de actuaciones forman parte de las actitudes comunes del alcalde de Tegueste en los plenos. “Es una práctica habitual que Molina no deje hablar cuando se plantean cuestiones que hacen patente su incapacidad de gestión, o simplemente cuando le incomoda lo que se dice –asegura el concejal de ecosocialista–, pero llegar a expulsar del pleno a un concejal –que es un representante de la ciudadanía– porque quiere expresar una opinión no demuestra sino la falta de capacidad política y el talante antidemocrático del alcalde, una figura de la que se espera cierto grado de responsabilidad”.

Molina expulsó del salón de plenos y amenazó con el uso de la fuerza pública al portavoz de Sí se puede al solicitar este el uso de la palabra y serle denegada por el propio alcalde. Martín pretendía hacer unas matizaciones a la intervención de unos de los concejales del grupo ecosocialista, Sergio Fernández, que había defendido la moción de su grupo político para abrir de nuevo el expediente sancionador a la empresa concesionaria del alumbrado, que el Ayuntamiento de Tegueste dejó caducar, y que alcanza un valor superior al medio millón de euros.

En respuesta a esta expulsión, el grupo de Sí se puede al completo y la concejala de Unidos por Tegueste abandonaron el salón de plenos en señal de protesta y contra la denegación reiterada de la palabra a la oposición que ejerce el alcalde en los plenos municipales.

“Una vez más, ayer asistimos a la soberbia de un grupo de gobierno formado por CC y PP que usa la mayoría absoluta para no responder a las preguntas de la oposición, para denegar el uso de la palabra a los miembros de la corporación, y que llega al extremo de expulsar a un concejal de la sesión plenaria tan solo por pedir el derecho a la palabra en el debate de los asuntos que van al pleno”, asegura Martín.

A lo largo de la sesión, el grupo de gobierno no respondió las cuestiones que planteaba la oposición ante dudas en relación con distintos aspectos de la vida municipal, tan trascendentales como el presupuesto para 2017, el reglamento del Centro de día, o la Escuela infantil. La propuesta de elaboración de un Plan de acción en materia de Juventud que llevaba Sí se puede al Pleno fue rechazada por el equipo de CC-PP.

El reglamento que normaliza el desarrollo de los plenos atribuye al alcalde la regulación de las intervenciones en relación a los tiempos y el orden, “pero ni mucho menos respecto a los contenidos, pero, en este caso y tras nueve años de gobierno, el alcalde se excede en sus atribuciones y coarta la libertad de expresión de los representantes del municipio”, destaca Martín.