El portavoz de Sí se puede en el Ayuntamiento de La Laguna, Juan Miguel Mena, considera que existen fórmulas para volver a abrir las ludotecas de La Laguna, que prestaban servicio a casi 800 niños del municipio.
El edil de Sí se puede recuerda que las ludotecas municipales, han realizado un importante servicio a la comunidad, en especial en la conciliación de la vida laboral y familiar, además de mejorar la educación que reciben cientos de niños del municipio a través de recursos lúdicos. Las ludotecas municipales El Reloj de la Fantasía, ubicada en Los Baldíos; La Pecera Feliz, en Finca España; La Lagartija, en Los Andenes y El Dragón, en El Rocío son espacios donde los niños y niñas recibían atenciones específicas, mejorando sus resultados escolares y su relación con el entorno más cercano.
Mena cree que la paralización de este servicio público de atención educativa y social a los menores del municipio es fruto de una mala gestión política, que “se han demostrado incapaces de mediar en el conflicto existente entre la empresa que tenía concedido este servicio y las trabajadoras que estuvieron durante meses sin percibir sus sueldos”.
“Ahora mismo tenemos una dotación presupuestaria que parece que no se piensa usar, unas instalaciones cerradas y un claro incumplimiento del acuerdo municipal tomado en el pleno de hace más de un año que defendía este servicio y a quienes lo estaban prestando por la importancia que tiene para La Laguna”, afirma.
Desde Sí se puede consideran que es necesario recuperar la iniciativa política y que en este caso la sensación es que el gobierno de CC-PSOE está dando por perdidas las ludotecas, generando un grave perjuicio a las familias que utilizaban este recurso, especialmente en las fechas cercanas al verano.
El concejal ecosocialista cree que es posible buscar soluciones y en este sentido propone la posibilidad de que Muvisa, a raíz del reciente cambio de fines de la empresa municipal, realice esta actividad, contratando a las trabajadoras que hasta ahora han prestado este servicio a pesar de las difíciles condiciones que han debido de afrontar. “Se trata de buscar alternativas válidas y no de poner excusas para cerrar un servicio público, que podría ser el primero de muchos si se deciden a seguir en esta dinámica de abandono”, apostilla.