El alcalde de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez, y el concejal de Bienestar Social, Rubens Ascanio, han iniciado las visitas de este 2022 a las entidades del tercer sector que desarrollan su labor en el municipio con un encuentro en el Centro Integral de Infancia y Familia de Aldeas Infantiles SOS, organización que atiende a 48 niños y niñas de la localidad, de entre 3 y 17 años, a través de sus diferentes proyectos psicoeducativos, de intervención social y de asistencia integral a menores y familias.
En el transcurso de la visita, Luis Yeray Gutiérrez subrayó que “las entidades del tercer sector desempeñan una tarea fundamental a la hora de reforzar la atención social en nuestro municipio. Todos aquellos proyectos que supongan una mejora en el cuidado a los colectivos en situación de vulnerabilidad cuentan con el respaldo del Ayuntamiento, y en este caso concreto, la labor de Aldeas Infantiles SOS Canarias es un ejemplo de implicación, compromiso y solidaridad”.
En compañía del director territorial de Aldeas Infantiles SOS Canarias, Javier Perdomo, la delegación municipal hizo entrega de libros adaptados a cada edad, dentro del programa Pajes Solidarios del Área de Bienestar Social. “En esta época especial para la infancia, queríamos contribuir regalando literatura infantil y juvenil hecha en el municipio, además de aprovechar la oportunidad para conocer las sugerencias y propuestas de las personas usuarias de estos recursos y continuar así mejorando nuestra atención durante este 2022”, explicó Ascanio.
En la visita, conocieron la labor que se desarrolla en los espacios la Aldea Infantil, el centro de día, el centro infantil y la ecogranja “La Aldea”, donde “se trabaja con niños, niñas, jóvenes y familias en situación de vulnerabilidad, aportándoles un apoyo integral. En estos programas se busca que la infancia y la juventud tenga un crecimiento en hogares protectores y un desarrollo normalizado y con las mismas oportunidades. En el caso de las familias, se apuesta por un apoyo integral que va desde la conciliación, hasta la preparación para el empleo y la posible inserción sociolaboral”, explicó Javier Perdomo.
160.000 euros en subvenciones municipales
Además, el Área y la organización han puesto en marcha recientemente un nuevo programa de atención y fortalecimiento familiar en contextos de vulnerabilidad, una iniciativa dirigida a reforzar la crianza positiva, prevenir la posible separación de las y los menores de su entorno familiar y reducir el número de niños y niñas bajo la tutela de la Administración pública. El proyecto atiende a una docena de personas derivadas por las Unidades de Trabajo Social municipal mediante una estrategia de trabajo grupal.
La contribución de Aldeas Infantiles “es esencial en un municipio que ha sido declarado Ciudad Amiga de la Infancia por UNICEF, lo que implica trabajar para garantizar que la voz de las y los menores sea escuchada en las políticas que les afectan y promover el compromiso de todos los sectores de la sociedad para erradicar la pobreza, la violencia y la discriminación en la infancia, porque hablamos de situaciones en las que no tienen capacidad de elección y que generalmente vienen impuestas por sus circunstancias familiares y comunitarias”, explicó Rubens Ascanio.
En este ámbito, añadió que el municipio cuenta con diversos programas sociales específicos para la infancia y las familias, como los de atención a menores en situación de riesgo y de apoyo escolar en casa, equipos de prevención básica y un proyecto especializado de prevención y atención al absentismo escolar. Por otra parte, mediante convenios con otras instituciones públicas, desarrolla también un programa de atención a familias en situación de vulnerabilidad y colabora en la ejecución de medidas judiciales y de prestación en beneficio de la comunidad.
Todas estas acciones se enmarcan en el Plan de Infancia de La Laguna (PILLA) y en la declaración como Ciudad Amiga de la Infancia, una medida que implica el compromiso del gobierno local en trabajar para que las y los menores tengan acceso a servicios esenciales de calidad, vivan en entornos seguros y limpios, tengan la oportunidad de disfrutar de la vida familiar, el juego y el ocio, y que sus voces se escuchen y consideren en las normativas y políticas públicas, en los presupuestos y en todas las decisiones que les afectan.