El proyecto Embárriate La Laguna ofrece ‘un mundo de alternativas’ a una treintena de jóvenes

La iniciativa se desarrolla en Bajamar, Guamasa, Padre Anchieta y Valle de Guerra para ofrecer apoyo educativo, ocio saludable y educación en valores

El proyecto Embárriate La Laguna ha atendido este año a una treintena de jóvenes, de entre 12 y 20 años, con unas características generales que incluyen riesgo de exclusión, fracaso escolar, problemas de integración o conducta, ausencia de alternativas de ocio y tiempo libre, y carencia de espacios de reunión para el desarrollo personal y social. Las principales líneas de intervención de este programa, que se desarrolla en Bajamar, Guamasa, Padre Anchieta y Valle de Guerra, se centran en el apoyo educativo, en la educación en valores, en el ocio saludable, en generar vínculos con su entorno y en la importancia de involucrarse en el desarrollo de sus barrios y pueblos, unas herramientas que buscan ofrecerles un “mundo de alternativas” y prevenir y paliar situaciones de vulnerabilidad.

Así lo explica el concejal de Bienestar Social, Rubens Ascanio, Área que financia un proyecto que ha tenido que adaptarse a la realidad pandémica y modificar su estrategia de presencial a telemática, para lo que se ha apostado por actividades de acompañamiento individualizado. “Con la declaración del estado de alarma, el equipo tuvo en cuenta que, en ese momento y más que nunca, se necesitaba un acompañamiento a estas familias, ya que un alto porcentaje presentan escasos recursos económicos y dificultades para el apoyo de tareas, y teniendo en cuenta el alto nivel emocional ante una situación tan compleja y con un alto grado de incertidumbre”, recuerda Ascanio.

De esta manera, se ha continuado prestando apoyo continuado, mediante chats y grupos telemáticos, tanto a los y las participantes como a sus familias; se ha propuesto una temática o reto semanal para que lo lleven a cabo, de forma individual o conjunta, y se ha ofrecido el soporte necesario a las familias en lo referente a recursos, estrategias y herramientas que hagan más llevadera la situación generada por la crisis del covid-19

El proyecto comenzó en febrero y todas las acciones se han desarrollado en coordinación con los responsables técnicos de la concejalía y con otras instituciones relacionadas con el ámbito de los menores y la seguridad. Además, se ha mantenido contacto constante con los centros educativos, las asociaciones y la comunidad vecinal de cada zona para identificar todas aquellas necesidades y demandas directas de la población diana.

Jóvenes participantes en el proyecto “Embárriate” en Valle Guerra.

“Vamos a continuar apoyando el proyecto Embárriate en 2021, porque debemos reforzar la participación de los vecinos y vecinas en sus comunidades y potenciar unos lazos de colaboración que son fundamentales para afrontar una realidad socioeconómica complicada, en la que será muy importante la solidaridad de las comunidades, ya que funcionan como barreras en contra de la situación de precariedad”, destaca Rubens Ascanio.

Las actividades realizadas en el marco de Embárriate La Laguna durante este 2020 suponen una apuesta por el refuerzo de competencias educativas, mediante la animación a la lectura, técnicas de estudio, inteligencia emocional y talleres, a las que se han sumado  dinámicas para poner en práctica habilidades sociales en la comunicación y situaciones de conflicto. Además, se han desarrollado diferentes acciones y juegos para educar en valores o prevenir las drogodependencias; se ha realizado un diagnóstico social de los barrios, con la oferta de información, orientación y recursos disponibles; se han puesto en marcha técnicas grupales para que las y los jóvenes participantes analicen la realidad y las necesidades de su centro educativo y de su barrio y elaboren proyectos para la comunidad, un programa al que se suman deportes, juegos y talleres para fomentar el uso saludable del ocio y tiempo libre.

Prevención y orientación

Embárriate es un proyecto de atención a la infancia y juventud en situación de riesgo a través de una acción de Prevención Específica, que permite la detección de jóvenes en situación de riesgo y el acompañamiento, orientación, información y acción comunitaria, mediante una estrategia coordinada, programada, y centrada en la realidad histórica, contexto específico y sistemas que rodean la realidad de cada joven.

Esta iniciativa brinda formación sobre hábitos saludables, valores y habilidades sociales, y, a la par, sirve como herramienta para prevenir y paliar situaciones de vulnerabilidad y exclusión social, a través del desarrollo comunitario y la educación de calle. Así, persigue generar alternativas de ocio saludable, enseñar valores como la igualdad, la solidaridad, la tolerancia y el respeto, además de vincular a las y los jóvenes a su entorno más cercano, promocionando el bienestar social y la calidad de vida del ámbito sociofamiliar y educativo en el que se encuentran.

Las acciones incluyen fomentar la participación juvenil en las actividades del municipio y el asociacionismo juvenil para llevar a cabo proyectos sociales y culturales, como herramientas generadoras de empleo y de cambio social. Además de otorgarles el protagonismo de su ocio y tiempo libre, el proyecto trabaja en la sensibilización y educación en valores, desarrolla acciones de dinamización y orientación juvenil e impulsa la atención individual y grupal en el ámbito laboral, tanto para la búsqueda de empleo como a través de programas educativos individuales, todo con un seguimiento permanente.

Asimismo, promueve la capacitación de los y las jóvenes como agentes activos de su proceso de desarrollo y facilita el aprendizaje de estrategias grupales de resolución de conflictos, haciendo hincapié en la comunicación asertiva y en la escucha activa como aspectos imprescindibles en la comunicación interpersonal.

Todos los aspectos trabajados responden a las necesidades detectadas en los diferentes entornos en los que se desarrolla Embárriate La Laguna y tratan de prevenir las situaciones de riesgo o exclusión social que pueden derivarse del contexto y de la realidad social, familiar y educativa en que vive cada menor.

La Asociación Mojo de Caña desarrolla este proyecto, una entidad sin ánimo de lucro fundada en el año 2001 y consolidada como entidad de voluntariado, prestadora de servicios a la juventud y colaboradora en la prestación de servicios sociales del Gobierno de Canarias. Mojo de Caña promueve, a través de una multitud de actividades, el empleo, el emprendimiento, la igualdad, los derechos humanos y la educación en valores, y presta servicios en materia de juventud, cultura, servicios sociales y ocio y tiempo libre.

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