El Ayuntamiento de La Laguna ha aprobado recientemente su proyecto de presupuestos para el ejercicio 2023, unas cuentas municipales que destinan más de 30,3 millones de euros a los servicios sociales, promoción social, la atención a la discapacidad, mayores, infancia y familias, y a la prevención de las drogodependencias. Con un total del 13% del presupuesto local, muy por encima de la media nacional (10,11%), el Área de Bienestar Social incrementa su dotación económica para ayudas, servicios y el cuidado de las personas más vulnerables en un 86% respecto al comienzo del mandato, con nuevos proyectos como el Programa de lucha contra la soledad no deseada, con cargo a la estrategia comunitaria EDUSI para La Cuesta–Taco, o el crecimiento del Servicio de Ayuda a Domicilio, unas partidas que suponen que La Laguna amplíe su gasto social por habitante a más de 188 euros, más del doble de la media estatal de los municipios que superan los 20.000 habitantes y por encima de grandes capitales como Madrid, Sevilla, Zaragoza o Valencia.
El concejal de Bienestar Social, Rubens Ascanio, explica que “mantenemos y reforzamos nuestro compromiso de alcanzar cifras de excelencia en gasto social con un incremento progresivo y continuado en Servicios Sociales y Promoción Social, adaptado a criterios de proporcionalidad, eficiencia y racionalidad, que nos ha permitido pasar de los 114 €/hab del año 2019 a unos datos que superan ampliamente la mediana de gasto de los 404 ayuntamientos de más de 20.000 habitantes, fijada en 88,85 €/hab según el estudio de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales de España hecho público a finales del año pasado”.
Prevención de las adicciones
De hecho, la partida presupuestaria para el Área de Bienestar Social registra un incremento del 23% respecto a la del año ejercicio anterior y asciende a 29.825.984,41 euros. A esta se suma la de la Concejalía de Drogodependencias, que también dirige Rubens Ascanio, y que este 2023 contará con 476.000 euros, lo que representa un 41% más que el año pasado y una fuerte subida del 72% respecto a los presupuestos de hace cuatro años.
“En un mandato marcado por la pandemia, una crisis migratoria, la inestabilidad geopolítica y por una incertidumbre socioeconómica creciente, hemos hecho una apuesta fuerte por las políticas sociales para minorar todo lo posible el impacto de estas crisis, hemos modernizado los servicios sociales y ampliado el personal, dotando de nuevos servicios para reducir la lista de espera, además de reforzar, mejorar ampliamente y dar estabilidad a servicios públicos claves como las escuelas infantiles, la red municipal de recursos alojativos (RAMT) o el programa Mujeres en la playa”, recuerda Ascanio.
Además, señala, “los proyectos que hemos puesto en marcha en este periodo, y que van a seguir desarrollándose y mejorando durante este año, han supuesto que La Laguna haya recibido reconocimientos como el Premio estatal Cermi.es por nuestro compromiso con la mejora de las políticas y la atención a las personas con discapacidad o la inclusión de la localidad en la Red de Ciudades Amigables con las Personas Mayores de la OMS y el Imserso”.
Rubens Ascanio tiene claro que, “aunque el balance sea muy positivo, queda mucho por hacer y los principales esfuerzos se van a centrar, además de en las políticas relacionadas con la vivienda, las prestaciones sociales y el acompañamiento a la población en riesgo o en situación de exclusión social (para que puedan recuperar su autonomía), en los cuidados a las personas más vulnerables, en el envejecimiento activo y en la lucha contra la soledad no deseada, que se están convirtiendo en materias críticas para las sociedades contemporáneas.
Así, el Área está ultimando un proyecto novedoso vinculado a los fondos de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (EDUSI) para La Cuesta – Taco, que supondrá una inversión de casi 800.000 euros y que, entre otras actuaciones, contempla un convenio con la Asociación Anagos para el desarrollo de un programa de lucha contra la soledad no deseada.
Otra de las apuestas de este ejercicio será el refuerzo del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD), con un crecimiento de la inversión de casi el 39% y una partida de más de 5 millones de euros para mejorar las condiciones generales e incrementar el número de personas usuarias. El SAD está dirigido a personas que presenten disfunciones que puedan ser susceptibles de mejora con una adecuada atención a domicilio; mayores de 60 años, con cierto nivel de dependencia y que, con la ayuda a domicilio, puedan continuar viviendo en su hogar; personas con discapacidad o enfermedad a las que esta prestación pueda favorecer su autonomía, etc.
Este servicio atiende a una media de 1.200 personas al mes, cuenta con una plantilla de unas 170 personas y supone una inversión anual de 3,9 millones de euros. El SAD es gratuito para las personas con una renta igual o inferior al 70% del SMI y está bonificado decrecientemente en función de la renta, con un coste máximo de 14,74 euros la hora. No obstante, aproximadamente el 80% de personas usuarias lo reciben de forma gratuita al cumplir con el requisito económico.
Recursos alojativos
Además, explica el concejal, “este 2023 continuaremos reforzando las políticas de apoyo a las necesidades alojativas de urgencia de las familias más vulnerables y ampliaremos la dotación de la red de Recursos Alojativos Municipales Temporales (RAMT) con 4 millones más para la compra de viviendas destinadas a este uso social”.
Esta red local cuenta con 7 pisos tutelados y el centro Clemencia Hardisson para personas en situación de exclusión habitacional, que suman un total de 75 plazas, lo que ha supuesto un incremento, respecto a 2019, del 257% de los servicios públicos habilitados para ofrecer alojamiento temporal a las personas que carezcan de residencia o domicilio estable, que no dispongan de recursos personales y económicos para afrontar su situación y que se encuentren en situación de exclusión o vulnerabilidad social.
Esta prestación de carácter público y asistencial se ha diseñado para que se pueda adaptar a la evolución de la situación socioeconómica y a las necesidades de la población, y supone una inversión anual de más de 2 millones de euros. Además, se complementa con otros recursos y servicios que prestan entidades del tercer sector en la localidad, con apoyo del Área, y se refuerza, de forma preventiva, con los programas de alquiler social, de pensiones de tránsito y de ayudas al alquiler.
Asimismo, recuerda Ascanio, “este será el último presupuesto municipal con el modelo de subvenciones nominativas, gracias a la nueva Ordenanza reguladora municipal que nos permitirá poner en marcha en 2024 el acceso a estos fondos públicos a través de la libre concurrencia”. El edil también destaca el apoyo de otras administraciones en las políticas sociales municipales, que “se reforzarán con importantes aportaciones del Gobierno de Canarias y del Cabildo y con las que, solo en los relativo al Plan Concertado de Servicios Sociales, pasamos de los 1,4 millones contemplados para 2020 a más de 2,5 millones en este 2023”.