La Laguna centra un estudio sobre los retos de las ciudades Patrimonio de la Humanidad ante el cambio climático en la revista ‘Environmental Progress & Sustainable Energy’

La investigación pone como ejemplo de buenas prácticas las acciones planteadas en el PACES local y a través de la estrategia municipal 'La Laguna: Municipio en Transición'

El municipio de La Laguna ha sido seleccionado como sujeto central de estudio para abordar los retos a los que se enfrentan las ciudades declaradas Patrimonio de la Humanidad frente al cambio climático en una investigación publicada en la prestigiosa revista norteamericana Environmental Progress & Sustainable Energy. El artículo científico Transición ecológica en una ciudad Patrimonio de la Humanidad: el caso de La Laguna (Islas Canarias) es fruto de la investigación de seis académicos y profesionales de todo el país y de distintos campos de estudio, un análisis que analiza y valora como ejemplo de buenas prácticas las acciones orientadas a la reducción de las emisiones que el Área de Medio Ambiente y Lucha contra el Cambio Climático del Ayuntamiento, que dirige José Luis Hernández, está implementando, tanto a través de la estrategia municipal La Laguna: Municipio en Transición 2030, como con el Plan de Acción municipal para el Clima y la Energía Sostenible (PACES), aprobado unánimemente por el Pleno.

El estudio está firmado por Juan C. Santamarta y Noelia Cruz-Pérez, del Departamento de Ingeniería Agraria y del Medio Natural de la Universidad de La Laguna; Jesica Rodríguez-Martín, del Departamento de Técnicas y Proyectos en Ingeniería y Arquitectura de la ULL; Rubén Fuentes Beltrán, del Área de Medio Ambiente, Lucha contra el Cambio Climático y Bienestar Animal del Ayuntamiento; María Dolores Storch de Gracia, del Departamento de Ingeniería de Organización, Administración de Empresas y Estadística de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales e integrante del Grupo de Investigación Organizaciones Sostenibles (GIOS), ambos de la Universidad Politécnica de Madrid; y Alejandro García-Gil, del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), vinculado al CSIC.

El objetivo principal de este trabajo ha sido el de investigar la reducción de emisiones de CO2 fruto de las medidas de ahorro y eficiencia energética adoptadas, con unos resultados que enfatizan los potenciales resultados de mitigación de emisiones, descarbonización y, en definitiva, transición ecológica en una Ciudad Patrimonio de la Humanidad que, además, representa un caso insular con un sistema energético aislado.

Esta investigación defiende que, “desde el punto de vista ambiental y de emisiones de gases de efecto invernadero, es importante estudiar la eficiencia energética de las ciudades Patrimonio de la Humanidad, considerando que presentan condiciones particulares en relación con su crecimiento, desarrollo, acogida turística y el modo de vida de sus habitantes”. Esta evaluación permite, al mismo tiempo, “identificar oportunidades en el nuevo contexto climático, así como recopilar información sobre la capacidad para adaptarse y hacer frente a la incertidumbre”.

Y como punto de partida, señala que “la prestigiosa distinción Patrimonio de la Humanidad de UNESCO aumenta la notoriedad internacional de la ciudades seleccionadas, convirtiéndolas en destinos turísticos interesantes y atractivos. Sin embargo, aunque esto puede aumentar el PIB de la ciudad en cuestión, es inevitable que implique nuevas presiones ambientales derivadas de este interés turístico. Además, puede tener repercusiones con respecto al concepto de gentrificación, desplazando a las personas residentes hacia las periferias, con un crecimiento urbano que puede desarrollarse de forma rápida y lejos de los criterios de eficiencia energética”, entre otras cuestiones.

Para analizar estos retos, el trabajo recoge los resultados obtenidos en el inventario de emisiones y consumo energético municipal, presentado por el Área, un análisis de los datos desde 2009 que constata “una tendencia decreciente de las emisiones de gases de efecto invernadero gracias a medidas vinculadas, principalmente, al transporte y a la gestión de la eficiencia energética de los edificios públicos”.

Reducción de emisiones

La Laguna se sumó, en 2019, a la iniciativa del nuevo Pacto por el Clima y la Energía y ha estado trabajando desde entonces para lograr el objetivo de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en un 55% de cara al 2030. Para alcanzar esta meta, además del citado inventario, el Área de Medio Ambiente y Lucha contra el Cambio Climático del Ayuntamiento de La Laguna redactó y presentó, en diciembre de 2021, un PACES en el que se proponen una serie de medidas que, “de ser implementadas con éxito, lograrían una reducción del 64% en las emisiones del municipio” y, así, “superar con creces el compromiso firmado en el Pacto”, como pone en valor el estudio.

Para poder convertir su compromiso político en proyectos y medidas prácticas, el Área de Medio Ambiente y Lucha contra el Cambio Climático ha realizado además del citado Inventario de Emisiones y del PACES, una Evaluación del Riesgo y Vulnerabilidad frente al Cambio Climático del municipio, estudios en los que La Laguna se apoya para plantear una estrategia plurianual con decenas de medidas locales y orientadas a reducir no solo las emisiones de GEI, sino también a que, antes de 2030, el 30% de la energía consumida en el municipio provenga de fuentes renovables.

Esta planificación recogida en el PACES, que responde a los compromisos adquiridos por el Pleno y que implica que el municipio deberá informar cada 2 años sobre el progreso realizado, recoge diversas actuaciones esenciales, que supondrán una inversión de casi 36 millones de euros durante esta década, un ahorro energético de casi 700.000 Mw/año, una producción local de energías renovables de casi 23.000 Mw al año y una reducción total estimada de emisiones de unas 470.000 toneladas de CO2 equivalente.

De hecho, el PACES de La Laguna contempla 62 acciones divididas en cuatro ejes temáticos (transversalidad, mitigación, adaptación y pobreza energética) y en diez áreas temáticas (gobernanza, comunicación y participación, edificios e instalaciones municipales, instalaciones y edificios terciarios, alumbrado público exterior, flota de vehículos municipales, transporte público, actividades no energéticas, adaptación al cambio climático y pobreza energética).

Brecha social energética

Esta investigación académica analiza las medidas planteadas, que promueven, además de minimizar el consumo de energía y la implantación progresiva de renovables, “evitar la aparición de una brecha social energética facilitando a la población el acceso a energía limpia y asequible”, así como “incrementar la capacidad de resiliencia de La Laguna mediante la adopción de un enfoque común de adaptación al cambio climático, considerando las características del municipio y los riesgos e impactos esperados”, factores que se recogen en el Informe de Evaluación de Riesgos y Vulnerabilidades también presentado ya por el Área municipal de Medio Ambiente y Lucha contra el Cambio Climático.

Además, el artículo publicado en la citada entrevista norteamericana, desarrolla un análisis enfocado en edificios, equipamientos, instalaciones, alumbrado público, transporte, agricultura, silvicultura y pesca. Para ello, se estudiaron los datos locales de emisiones desde 2009, una comparativa que refleja una reducción de las emisiones de dióxido de carbono del 4% al 48% en una década.

Asimismo, muestra que el consumo final de energía del municipio ha pasado en ese periodo de 1,82 a 1,61 TWh, una reducción del 11,42%. La mayor, en términos absolutos, se ha producido en el transporte, con una caída del consumo de 222.005 MWh y dentro de este sector, la más alta se ha dado en el transporte público, estimada en un 70,87%. Otros sectores en los que destaca esta reducción del consumo energético desde 2009 son equipamientos municipales (39,93%), industria (27,52%) y alumbrado público (22,34%). No obstante, el consumo de la flota municipal aumenta un 13,97%.

Además, revela que el principal sector emisor en el municipio es el transporte privado y comercial, que alcanza las 308.005,42 tCO2eq, es decir, el 41,73% del total de emisiones. Le siguen el sector terciario, que representa el 21,85% y 161.303,02 tCO2eq, y el residencial, que es responsable del 20,76% de las emisiones de GEI del municipio (153.229,60 tCO2eq.)

El artículo especifica que “teniendo en cuenta que las principales medidas necesarias en infraestructuras energéticas y en materia de transporte están fuera del control directo del Ayuntamiento, las políticas locales de movilidad y los incentivos para el ahorro y la eficiencia energética jugarán un papel central”. De hecho, la publicación señala que, en un escenario de tendencia lineal, conforme a la realidad actual de Canarias y teniendo en cuenta medidas de reducción ya en marcha en diferentes sectores, las emisiones en las Islas para 2030 podrían reducirse solo en un 31%, muy por debajo de los acuerdos alcanzados por las instituciones de las Islas.

Riesgos locales

Además, está investigación profundiza en el citado estudio municipal de vulnerabilidad y riesgos asociados al cambio climático, el cual presenta un escenario en el que las lluvias torrenciales, el aumento de temperaturas, los cambios en los ecosistemas, la mayor presencia de polvo sahariano y las olas de calor suponen las principales consecuencias a las que el municipio de La Laguna tendrá que adaptarse. Además del aumento de las temperaturas y de la duración, frecuencia e intensidad de las olas de calor, lo que provocará un aumento en la demanda de energía relacionada con la refrigeración y en el riesgo de incendios en los espacios naturales.

El informe apunta también a episodios de lluvias torrenciales, lo que provocará una alta exposición de las infraestructuras, principalmente carreteras, puntos de distribución de energía y asentamientos costeros. El uso de agua desalada y la disminución de las reservas subterráneas y de embalse expondrán al municipio a una alta vulnerabilidad de degradación progresiva de los ecosistemas y a una reducción de la disponibilidad de agua para el abastecimiento.

Y además del riesgo de desertificación, las nuevas condiciones climáticas provocarán cambios en la fenología y distribución de especies biológicas, provocando un aumento en altitud de los suelos bioclimáticos y aumentando la presencia de especies termófilas en el municipio. En consecuencia, los cambios producidos en el clima del municipio hacen esperar un aumento de la morbimortalidad de la población asociada al aumento de las temperaturas y a los episodios de contaminación.

El PACES, el Inventario de Emisiones de Referencia de La Laguna, la Diagnosis Energética municipal y la Evaluación de la Vulnerabilidad y Riesgos del Cambio Climático en La Laguna se pueden consultar íntegramente en el portal web municipal, en el enlace https://www.aytolalaguna.es/servicios/medio-ambiente/la-laguna-municipio-en-transicion-2030/

La revista

Environmental Progress & Sustainable Energy es una publicación bimensual del Instituto Estadounidense de Ingenieros Químicos que informa sobre temas críticos del medio ambiente, como la gestión de residuos, la contaminación del aire, la sostenibilidad y la energía. Cada número ayuda a los ingenieros y científicos a mantenerse al tanto de los avances tecnológicos en todas las áreas asociadas con el medio ambiente.

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