La Laguna ha finalizado la fase de formación con la ciudadanía y el personal municipal que, en el marco de la creación de la Estrategia Antirrumores de la localidad, ha permitido ampliar el análisis de los estereotipos y tópicos que circulan sobre las personas migrantes y aportar herramientas e información contrastada a medio centenar de personas para prevenir el racismo, la xenofobia y contrarrestar los discursos de odio, una labor esencial en un territorio en el que menos de una tercera parte de su población ha nacido en el municipio.
Este programa, impulsado por la Concejalía de Bienestar Social, en colaboración con la Fundación General de La Universidad de La Laguna, apuesta por implicar a la sociedad lagunera en la construcción de una estrategia de comunicación y sensibilización dirigida a rebatir, con argumentos, los prejuicios y estereotipos sobre las personas migrantes, las minorías étnicas y la diversidad cultural en general, que dificultan la convivencia y que pueden derivar en actitudes discriminatorias y racistas.
Miguel Ángel Rubio, alumno de esta iniciativa, destacó que “formaciones como esta, que ayudan a mejorar la convivencia en el municipio, son imprescindibles en unos momentos en los que necesitamos más entendimiento que nunca y, sin duda, ayudan a generar cambios a nivel local. La Laguna debe ser pionera en este tipo de proyectos”.
“La práctica formativa que vivimos en el Proyecto Antirrumores La Laguna es una muy buena herramienta para mejorar la convivencia entre las personas del municipio. Gracias a esta formación, me he dado cuenta de los diferentes aspectos necesarios para abordar estas situaciones, ya sea desde el ámbito emocional y social, como desde el aspecto informativo, y he obtenido herramientas prácticas y nuevas perspectivas respecto a las migraciones y la acogida”, valoró otra de las participantes en esta iniciativa, Alicia González de Chávez Pastor.
La Estrategia Antirrumores de La Laguna, que se presentó públicamente hace casi dos meses y que es la primera de ámbito municipal que se pone en marcha en Canarias, se desarrollará en tres etapas y culminará con la aprobación de un plan participativo para su ejecución en el periodo 2022-2024. La iniciativa se encuentra ya en su segunda fase, en la que, tras estas formaciones con personal especializado, se está constituyendo una red comunitaria de personas y entidades cualificadas y formadas para combatir y contrarrestar estos falsos rumores.
Para llegar a este punto, se ha realizado un trabajo de campo en el que se han identificado y analizado los principales estereotipos, tópicos y falsos rumores que circulan en el municipio en relación con las personas migrantes y la diversidad cultural. Seguidamente, el equipo de profesionales del proyecto ha recopilado información objetiva y rigurosa y ha elaborado un argumentario para la convivencia que se presentará próximamente a la Concejalía de Bienestar Social.
El concejal del Área, Rubens Ascanio, explica que esta iniciativa quiere poner en valor “la riqueza que atesoran las sociedades culturalmente diversas, como siempre lo ha sido La Laguna, y todo ello a través de la implicación y participación comunitaria”. En este sentido, recuerda que “nos hemos comprometido a construir colectivamente puentes de diálogo y colaboración en positivo. Ese es el mensaje que hemos constituido con la mayoría plenaria en materia de migración, alcanzada en noviembre de 2020 y febrero de 2021, y ese es el camino que vamos a seguir como un Ayuntamiento que trabaja por y para las personas que viven en el municipio, hayan nacido donde hayan nacido”
Por su parte, el director del proyecto, el profesor de la ULL Vicente Zapata, valora “el éxito de las acciones que se han llevado a cabo hasta el momento, resaltando la valiosa aportación de la estrategia Tenerife Antirrumores, conjugando así aspectos que ya se venían trabajando en la Isla con la renovada aportación de La Laguna, revitalizando la idea de que la construcción de sociedades inclusivas debe contar con el concurso de todos sus protagonistas. Siendo fundamental el compromiso institucional para que podamos aproximarnos cada vez más al objetivo de la plena convivencia en contextos de alta diversidad humana y cultural”.
Para enfrentar estas cuestiones y ante la situación que se está viviendo en el municipio en relación con la acogida, en su mayor parte temporal, de personas migrantes, se ha optado por una iniciativa participativa que empleará metodologías que se han demostrado exitosas y que se han adaptado a la escala municipal. De hecho, esta propuesta parte de la convicción de que, en la lucha contra el racismo y la xenofobia, el ámbito municipal es fundamental, por ser el de mayor proximidad a la ciudadanía y por su capacidad de tejer alianzas que tengan un mayor impacto directo en las personas.