El Casco de La Laguna ha ido cambiando su aspecto en los últimos años dando paso a una creciente llegada de franquicias, la última, Starbucks: una franquicia americana de cafés con más de 24.000 establecimientos repartidos por todo el mundo y con unos ingresos anuales de cerca de 5.000 millones de euros. El lugar elegido para abrir el primer establecimiento en La Laguna, y el cuarto en Tenerife, no es cualquiera, ya que se encuentra ubicado en el antiguo Viña Norte, justo en frente de la Concepción, una de las zonas más transitadas del casco lagunero, en un antiguo edificio de titularidad pública.
Para Unid@s se puede la saturación de franquicias en el Casco pone en riesgo la identidad de la ciudad y desvirtúa sus atractivos patrimoniales, arquitectónicos y socioculturales, algunos de ellos vinculados a determinados comercios, comentan. Por este motivo plantean la necesidad de buscar mecanismos para frenar la instalación de franquicias ya que, según denuncian, “se corre el riego de acabar desplazando a los comercios tradicionales”.
Para ello plantearán al próximo pleno una serie de medidas destinadas a proteger al pequeño y tradicional comercio del conjunto del municipio, buscando una mayor variedad en la oferta, con el objetivo de que las franquicias de multinacionales no ocupen la mayoría de los locales de cada calle del casco antiguo. Entre las medidas planteadas destaca una iniciativa para crear un sello identificativo de “comercio histórico”, una catalogación que podrán solicitar gratuitamente los comercios que cumplan una serie de requisitos para ser considerados como comercios tradicionales y que supongan un reclamo y una puesta en valor del negocio. Además, la moción incluye el estudio de beneficios fiscales y modificaciones de normas municipales para beneficiar al pequeño comercio. Estas modificaciones están asociadas a la regulación en la concesión de licencias a los locales que se quedan vacíos o la homogenización de la cartelería, entre otras.
El proponente de esta iniciativa, el concejal José Marrero, recalca que “La Laguna se ha convertido en un punto de paso esencial para los habitantes de la isla y turistas y esto se debe a su singularidad”. Marrero advierte que “la tendencia actual puede provocar que la oferta comercial y gastronómica del casco lagunero sea la misma que la de cualquier ciudad de Norteamérica o Asia”.
La iniciativa se debatirá en el pleno del 14 de febrero donde Unid@s se puede espera lograr la unanimidad del salón de plenos, para lo cual invitan al resto de grupos a sentarse y conseguir el mayor consenso posible. De hecho, José Marrero ha anunciado que a partir de este momento iniciará una ronda de encuentros con asociaciones vecinales y comerciales, así como con la propia concejala de Urbanismo y Hacienda.