Los días 25 y 26 de febrero de 1994 La Laguna acogió la celebración, con motivo de un encuentro del Instituto Tricontinental de la Democracia Parlamentaria y los Derechos Humanos de Universidad lagunera, una reunión de la Unesco en el que treinta personas expertas procedentes de una veintena de países pertenecientes a todas las regiones geopolíticas de la Tierra, liderados por el naturalista francés Jacques Cousteau, aprobaron el llamado proyecto de Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Generaciones Futuras.
En febrero del año pasado el portavoz de Unid@s se puede, Rubens Ascanio, registró una propuesta dirigida al alcalde, José Alberto Díaz, en la que solicitaba la puesta en marcha de “acciones para recordar este año ese primer cuarto de siglo de uno de los encuentros más importantes que se ha desarrollado en el municipio, por la entidad de sus participantes y por lo relevante de los acuerdos alcanzados”. El edil cree que el aniversario permite “celebrar ese momento y al mismo tiempo reivindicar el papel de nuestro municipio como un territorio implicado en la demanda de un futuro mejor, más sostenible, solidario y justo”.
La declaración fue uno de los símbolos del cincuenta aniversario de la ONU y la Unesco, que se conmemoró en el año 1995, compuesta originalmente por catorce artículos que, entre otras cosas, reclamaban la preservación del medio ambiente y los bienes culturales para las generaciones venideras. En ese momento, el por entonces director general de la Unesco, Federico Mayor Zaragoza, aseguró a los medios de comunicación que “ésta es la primera vez en la historia que la solidaridad se aplica a entes jurídicos que no existen”. La misma idea ha sido compartida por el jurista Kenneth Mac Farlane, quien manifiesta en sus artículos que la redacción consensuada de la Declaración de La Laguna, “contiene con mucha claridad la primera enumeración histórica de los derechos humanos de las generaciones futuras”.
La Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, en su 29ª reunión celebrada en París del 21 de octubre al 12 de noviembre de 1997, acordó la que se denominó finalmente como “Declaración sobre las Responsabilidades de las Generaciones Actuales para con las Generaciones Futuras”.
Ascanio, como portavoz del principal grupo de la oposición, espera que José Alberto Díaz, en los once meses transcurridos desde que registraron la propuesta, “haya previsto la realización de alguna actividad basada en esta propuesta, que creo que sería una buena noticia, la ejecute quien la ejecute, ya que es reivindicar una historia colectiva de defensa de un futuro mejor para todas las personas”.