Sí se puede celebra el anuncio de las obras del dique de El Pris, que al parecer se iniciarán en breve, si son ciertas las noticias de la próxima apertura del proceso de licitación, tal como informaron representantes del Gobierno de Canarias a personas integrantes de la Cofradía de Pescadores.
El grupo de la organización ecosocialista en el Ayuntamiento de Tacoronte impulsó en 2011 una moción para la construcción de un dique o escollera de abrigo como forma de acondicionar la caleta de El Sargo para garantizar la seguridad del trabajo de la flota pesquera artesanal de El Pris, lo que permite a los pescadores aumentar los días en que pueden faenar. Así lo acordó en julio de ese año el pleno del de Tacoronte a propuesta de Sí se puede, que promovió esta iniciativa para dar continuar a su plan de apoyo a la actividad pesquera como sector socioeconómico destacado en el municipio.
“Nos alegramos de que, al fin, seis años después de haberse alcanzado el acuerdo plenario, se haya visto un gesto del Gobierno de Canarias, que se acercó a los pescadores de la Cofradía de El Pris a principios de este mes para anunciarles no solo la próxima licitación de las obras, sino el incremento de su presupuesto”, ha asegurado la portavoz del grupo de Sí se puede en la corporación, Violeta Moreno.
“Confiamos en que las obras se lleven a cabo, sin embargo, dado el retraso en la ejecución del acuerdo del pleno y dado que la información sobre los plazos previstos no fue precisa, nos mantendremos vigilantes hasta que finalmente se ejecuten las obras –añadió Moreno–. A Sí se puede le parece imprescindible que se atiendan las demandas y necesidades del colectivo de pescadores de Tacoronte, porque desempeñan una labor fundamental en la obtención de alimentos de calidad y por mantener en pie un factor clave del sector primario en la economía municipal”.
Sí se puede destaca que en El Pris existe una flota pesquera artesanal que da trabajo a varias familias del barrio tacorontero. Estos pescadores utilizan embarcaciones que se almacenan en tierra, sobre una plataforma de hormigón y bloques situada detrás de un promontorio rocoso alto que se prolonga con un espigón natural, una plataforma de lava que resguarda las embarcaciones del oleaje cuando hay temporales. La reducción del espacio dificulta las operaciones de varado y botadura, así como las tareas de carga y descarga de pesca.
El impacto de las obras del espigón sobre la dinámica marina en zonas exteriores a la bahía se prevé mínimo, pues los efectos son muy locales, tal como estudió en su momento Sí se puede con los pescadores de la cofradía. En todo caso, la organización ecosocialista considera que, con el fin de evitar daños –como ha ocurrido con otros diques, realizados en Puerto de la Cruz o Garachico–, el proyecto requerirá de un estudio del oleaje regular, de las mareas y de los temporales en la zona y de cálculos de ingeniería hidráulica que permitan diseñar la mejor ubicación y orientación exacta del dique, su extensión y anchura, así como el tipo de bloques a emplear en la obra y evitar las acciones de socavación o meteorización por el mar que puedan afectar a su estabilidad.
Igualmente, la organización ecosocialista considera que la obra requerirá también de un detallado estudio de impacto ambiental. Sí se puede considera que los efectos de la obra serán mínimos, ya que la obra no se desarrolla en ningún Espacio Natural Protegido, Área de Sensibilidad Ecológica o lugar integrado en la red NATURA 2000, no afecta al drenaje de la desembocadura de los barrancos cercanos, y no deben emplearse materiales terrígenos removibles por el oleaje.