Y así fueron relajándose los chiquillos hasta que el más chico se durmió. Ahora se la saben de memoria. Y mientras ellos imaginaban, recordé cuando nos encerrábamos a oscuras en los cuartitos acorchados de cartones de huevo a oír a Cat Stevens. Era uno de los nuestros, con el mismo Look y una actitud parecida ante la vida, o al menos así lo percibíamos nosotros. Luego se convirtió al Islam y pasó a llamarse Yusuf Islam y a nosotros no nos importó. Se le veía venir. Es uno de los grandes, y sus canciones renacen con un nuevo uso para mis chiquillos que, de tanto ponerlo, me tienen el disco rayado. Pero no me importa.
También se hizo mahometano Cassius Clay, que pasó a llamarse Mohamed Alí y a protagonizar algunas protestas célebres de los años 60. En ambos hay un rechazo a sus sociedades occidentales, en ambos un intento por romper el discurso hegemónico de sus gobernantes blancos, de clase media y conservadores. En fin, allá ellos, a mí como si se hacen adventistas del décimo cielo, su obra y sus acciones demuestran que, en el fondo, la religión nada tiene que ver, es un adorno, lo importante es su actitud ante la vida, o al menos eso creo yo. La denuncia que ambos produjeron contra la sociedad capitalista y agresiva les llevó a adoptar diversas formas de rechazo y autoexclusión. A otros les da por otras cosas.
Por las tardes suelo tomarme un té con mis amigos saharauis en mi casa y, a veces, ellos se retiran a rezar en un rincón de mi casa. Tampoco me importa, son gente muy tranquila. Y ninguno se merece la ola de improperios que, como efecto colateral, la gente echa a los musulmanes. Efecto colateral de graves problemas creados en los despachos de los gobernantes occidentales que no les tiembla el pulso para mandar a los infiernos a cientos de millones de árabes desde hace ya algunas décadas. No les tiembla el pulso para aliarse con las monarquías esclavistas de esos países para aplastar cualquier cambio progresista o democrático dentro de sus fronteras. No les tiembla el pulso para armar hasta los dientes al yihadismo que masacra a su propio pueblo y compromete a su diáspora. En fin, que no me creo nada. Y como a ellos no les tiembla el pulso para masacrar a cientos de miles de niñitos y niñitas desesperados por un hogar y una familia asesinada, a mí tampoco me tiembla la mano para escribir lo que me da la gana.
Los que movilizan a los ejércitos contra la amenaza yihadista, amenaza totalmente rechazable, se llenan la boca hablando de que ellos son los adalides de la libertad de expresión. Ahora todos son Charlie Hebdo, incluso quienes se han caracterizado por no respetar las libertades dentro de sus propias fronteras. Mentirosos. Casi ninguno de los gobernantes que encabezaron la manifestación de París son Charlie Hebdo, sobre todo Netanhayu. Hay que tener narices para presentarse en una manifestación a favor de algún derecho social y político un personaje como ese, un ser que no puede ser.
¿Y cuál es el saldo de la barbarie?: 12 críticos de la izquierda menos, una islamofobia extendidísima en todo el mundo blanco conservador y, probablemente, la preparación de otra vuelta de tuerca a la guerra contra parte del mundo árabe. Y digo parte, porque nunca mandarán a sus marines y legiones contra los multimillonarios de Qatar o Emiratos. Y en esta marea antiárabe se condenará a los que nos cuestionemos el papel de los gobiernos occidentales en Afganistán, (6 millones de refugiados) y en Irak (8 millones de refugiados). En fin, que todo seguirá igual que hasta ahora. Y Hollande creerá que sale reforzado porque “han unido a la patrie contra los enemigos la república”.
Por eso, yo seguiré alucinando con Yusuff Islam, seguiré viendo a Mohamed Alí en el combate del siglo, y seguiré echándome unos tés con mis amigos saharauis y con todo el que venga en son de paz, pero con Netanyahu no, ni con Rajoy, ni con los seguidores de Jomeini. Seguiré preguntándome por qué no reconocen de una vez por todas que la violencia está en la miseria, en la exclusión y en quienes la favorecen y la permiten.
¡Je suis Charlie Hebdo dicen! ¡vaya morro!