Álvaro Dávila, un alcalde autoritario. Comité Local de Sí se puede en Tacoronte

Esto suele suceder con cierta asiduidad entre los recién llegados a la política. Faltos de sensibilidad democrática e incluso de cultura democrática, se suelen refugiar en la seguridad del ordeno y mando. Las prácticas cuarteleras dan menos quebraderos de cabeza que la discusión y la confrontación de ideas. Aunque son formas antiguas de dirigir la política, todavía se encuentran entre nosotros firmes partidarios de la misma. En Tacoronte tenemos la desgracia de contar con un regidor de estas características.
El alcalde que tenemos no discute ideas ni proyectos ni puntos de vista, simplemente usa, parece que de manera ilegal, cierta prerrogativa para imponer el silencio sobre los temas que le molestan, bien por desacuerdo con ellos o bien por desconocimiento. Nuestro insigne mandatario se ha propuesto como línea de actuación impedir que las propuestas de la oposición (entiéndase bien que la única oposición real en Tacoronte es Sí se puede, dado que el PP es más de lo mismo) no sean llevadas a Pleno y debatidas allí, haciendo uso de manera partidista del reglamento que rige el funcionamiento de dicho órgano. Álvaro Dávila estaría mucho más feliz si nosotros no estuviésemos ahí. No dudamos de que, sin pensarlo dos veces, prefiriera cambiarnos por algún coronel o general, con los que parece llevarse estupendamente.
Pero como no va a tener más remedio que aguantarnos en el Ayuntamiento, porque para ello hemos sido elegidos por los vecinos de Tacoronte, tendrá que seguir indigestándose con nuestras propuestas en los Plenos municipales y fuera de ellos también.
Mantendremos puntualmente informada a la ciudadanía de cada acción antidemocrática que el regidor impulse o adopte, porque debe de saber nuestro alcalde que, cuando censura las propuestas de Sí se puede, está dejando sin voz a todos los votantes que respaldaron nuestra candidatura y a muchos otros que ven ahora en esta formación política al referente al que hay que apoyar.
La falta de respeto y la prepotencia, algunas veces disfrazada de paternalismo, que despliega contra los dos concejales de Sí se puede, es asimismo una falta de respeto democrático al conjunto de la ciudadanía de Tacoronte, a la que está hurtando el debate político, necesario siempre en una sociedad democrática.
La gente que componemos Sí se puede tenemos amplia experiencia en la confrontación con el autoritarismo, incluso en la época en que eso te podía costar caro, así que no nos arruga un pequeño personaje émulo de autócratas de mayor talla. Sepa pues el señor alcalde que seguiremos con nuestro trabajo, diciendo lo que pensamos, le guste o no a usted, y presentando cuantas iniciativas creamos conveniente, esté usted de acuerdo o no, y ya verá cómo el tiempo pone las cosas en su sitio. Al final, será el pueblo soberano el que, con sus votos, juzgue a cada cual y termine por dar la razón a quien la tenga.

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