Las dos primeras actuaciones (la urbanización del Valle de Las Huertas y el puerto deportivo) supondrán un impacto social de tal calibre que, de llevarse a cabo, se pondrá en riesgo la pervivencia del propio pueblo de San Andrés. Para que pueda percibirse el calibre de la propuesta municipal debemos recordar que, si en la actualidad San Andrés cuenta con 3.100 almas, la urbanización del Valle de Las Huertas incrementará la población en 5.000 mil nuevos habitantes, es decir, la población, en muy poco tiempo, pasaría, sin contar las quinientas plazas hoteleras, a más de 8.000 habitantes. Con estos datos no sería exagerado afirmar que llegará un momento que los vecinos de San Andrés pasarán a ser extraños en su propio pueblo. Si a esto le añadimos el proyecto de uno de los mayores puertos deportivos de Canarias, los vecinos del pueblo pesquero, que tienen en sus genes el uso libre de su litoral, tendrán que acostumbrarse a verlo ahora privatizado con puertas metálicas y pantalanes para los socios del club.