El patrimonio, Lomo Gordo y Hupalupa. Ruyman Afonso

Hermógenes Afonso de La Cruz (Hupalupa) mi padre, fue de las personas que con esmero, esfuerzo, compromiso y tesón fue descubriendo algunas de las piezas del puzzle del mundo guanche y precolonial, que se fue adentrando en el estudio etnográfico, arqueológico, y antropológico de  canarios.

Nuestra casa situada en la Finca “La Pasada”, entre el municipio de Candelaria y El Rosario era toda una isla única de aprendizaje, en cierto modo mi casa, nuestra casa, albergaba a muchas personas, entre ellas aficionados al mundo de los guanches, pero también profesionales y arqueológos, además de colectivos tan importantes como el Alfar. A todos ellos los unía la locura pasión y el conocimiento infinito  de nuestro rico legado, que muy poco sabíamos, pero que nos rendía la curiosidad de saber de aquella población que en parte como dice el antropólogo Estévez, representa el nosotros y el ellos al mismo tiempo.

Como bien sabe todo el mundo mi padre nunca expolió, ni buscó los gánigos con la intención de obtener una colección particular. Ante la ausencia de leyes que defendían el Patrimonio, así como la dejadez institucional, y el desconocimiento general de la población, hizo que personas como mi padre se preocuparan, investigaran, y se comprometieran en la defensa del legado cultural.

No voy a entrar en las zancadillas y los miles de obstáculos que le pusieron, así como los tratos vejatorios y acusaciones arbitrarias que él mismo sufrió en vida, y que sus hijos y su mujer han sufrido en los últimos años. No es objeto este escrito de  rememorar estas tristes y olvidadas anécdotas.

El pasado mes de agosto me acerqué junto a unos amigos al yacimiento de Lomo Gordo, una de las estaciones arqueológicas más importantes de la isla de Tenerife. Los grabados antropomorfos fueron declarados Bien de Interés Cultural en el año 2003 , pero la ambición y la avaricia de  unos pocos pudo con los cientos de años de historia y a día de hoy, dichos grabados ya no existen porque es preferible que pase una vía o se amplíe a todo costa un polígono industrial, antes que defender nuestra rica historia guanche.

Se sabe que la Dirección General de Patrimonio tiene un personal funcionario y que las leyes hay que cumplirlas, nadie, ni siquiera los supuestos dueños de la isla deberían estar por encima de nadie. La paradoja, y me viene irremediablemente a la memoria, la figura de mi padre. Hupalupa en vida fue acusado de expoliador cuando se sabe que los amigos de la canarierad en romerías y festejos folclóricos son los que permiten en Planes Insulares y Generales, las  carreteras, los puertos, y los trenes que al parecer pueden con todo, con nuestra historia y con nuestra patrimonio del que se acuerdan tanto en los períodos electorales.

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