Además, desde siempre, el Puerto de la Cruz se consideró el punto idóneo para la comunicación marítima de Tenerife con la isla de la Palma. Reflejo de ello es la Plataforma Portuense-Palmera, constituida fundamentalmente para defender y reivindicar esta aspiración histórica de los portuenses y palmeros de hoy y de todas las generaciones anteriores. Igualmente, con la llegada del turismo, la ciudad se consideró un lugar igualmente idóneo para atraer embarcaciones de recreo que, en una marina deportiva, incluyera espacios para las embarcaciones de pesca artesanal, que aún pervive en la zona antigua de la ciudad. Por tanto, el ideal de la sociedad portuense es la de disponer de una infraestructura portuaria, con atraque de ferry a La Palma, refugio pesquero y embarcaciones menores de recreo, todo ello en condiciones óptimas de accesibilidad y mínimo impacto.
Por otra parte, la que fue primera ciudad turística de Canarias, necesita reconvertir su imagen, ofreciendo servicios de calidad que la redefinan en el panorama turístico internacional. La ciudad, por su clima y condiciones ambientales, resulta idónea para atraer y consolidar, entre otros, un turismo de congresos, necesitando para ello disponer de un auditorium y centro de convenciones adecuado. El ocio, el deporte y la cultura, también necesitan ser promocionados para que la ciudad pueda continuar disfrutando del dinamismo económico y social que en las últimas décadas ha obtenido por su dedicación al turismo. Para lograr estos servicios complementarios fundamentales, el Ayuntamiento portuense realizó en su día, una importante inversión pública que le permitió obtener una amplia superficie de terreno junto al mar, con condiciones inmejorables para acoger los diferentes servicios y equipamientos que la ciudad necesita y demanda para posibilitar un futuro como destino turístico.
Sin embargo, el pasado año asistimos a una nueva escenificación, esta vez protagonizada por el Cabildo de Tenerife, de traspaso de recursos públicos a manos privadas, usando para ello la supuesta construcción de la gran infraestructura portuaria para, en una rocambolesca operación de imagen, transferir los derechos del terreno municipal del Parque Marítimo a manos privadas y foráneas. Finalmente, las atractivas infografías que nos mostraban un gran puerto, sólo tenían por finalidad lograr la aceptación social de dicho traspaso. El resultado final de todo este proceso no es precisamente nada de lo anunciado, ni grande ni atractivo para la ciudad tan sólo una pequeña e impactante marina deportiva que privará durante 50 años o más de los terrenos junto al mar que pertenecen a la ciudad, levantándose un centro comercial y aparcamientos de los que ya existen tantos en la isla y en la comarca. Además, el Cabildo de Tenerife, a través de la empresa Teleférico del Teide, aportará nada menos que 18 millones de euros que, según su presidente, “no habrá problemas para encontrarlos“. Que fácil resulta disponer y regalar el dinero público cuando se trata de invertir en centros comerciales, marinas deportivas, circuito automovilístico o campos de golf. El nuevo puerto se está llevando por parte del Cabildo de Tenerife de una forma penosa. Existe un total consenso social para que el Puerto de la Cruz disponga de unas instalaciones portuarias que permitan el atraque de un ferry, embarcaciones de recreo y espacio para los pescadores. Así que el proyecto final deberá contener estas tres funciones, admitiéndose su ejecución por fases, al igual que el estudio de otras posibles opciones.
Respecto del atraque del ferry que mejore las comunicaciones marítimas con La Palma, hay que insistir en el Cabildo de Tenerife no comparte esa necesidad e intenta imponer su posición a la sociedad portuense. Su presidente se ha referido en varias ocasiones a los graves problemas de accesibilidad que tendría un puerto de esas características situado en el Parque Marítimo. Efectivamente, esa es una dificultad insalvable ya que se tendrían que realizar nuevos viarios de comunicación con la autopista del norte, lo que no impediría complicar aún más el trafico en esa zona de la ciudad. Por lo tanto, en principio, el puerto con atraque de ferry quedaría descartado, salvo que se plantee en otra zona con posibilidades como es el tramo de Martiánez, históricamente el lugar que debía acoger el nuevo puerto. La propuesta definitiva de al menos 100 millones de euros ofrece 180 atraque para embarcaciones de recreo de diferente tamaño y 50 para la actividad pesquera, siendo una oferta escasa que impide una posible ampliación y necesita demasiada obra en escollera, sin que se garantice su óptima operatividad.
Joaquín Galera Gaspar
1 enero 2014