La razón que alegó el concejal Arteaga para denegar esta iniciativa era que esta actuación ya estaba contemplada y presupuestada en las cuentas de 2014 y que ellos, el gobierno local, ya habían adquirido ese compromiso con los vecinos. Nosotros le dijimos que en los presupuestos no figuraba tal partida y recordándoles sus innumerables promesas incumplidas, concluimos nuestra intervención deseando que esta vez hicieran lo contrario, respetar la palabra dada a los vecinos del barrio. Pero el verano ya ha comenzado, las obras no se han iniciado y todo apunta a una nueva tomadura de pelo gubernativa. Nuestra moción había surgido a partir de las conclusiones alcanzadas en una asamblea vecinal celebrada en barrio de Añaza en el mes de febrero de este año. Se trataba de un proyecto de bajo coste y realizable a corto plazo. La intervención consistía en un acondicionamiento sencillo en la zona del muellito, arreglando la rampa de acceso por una plataforma de piedra natural, instalar dos barandillas y unas escaleras de acceso al mar.
El coste aproximado de 50.000 euros facilitaba mucho la contratación y la ejecución de las obras con lo que antes del verano podríamos ver realizada esta pequeña intervención, tan demandada por los vecinos del Suroeste. El equipo de gobierno coincidía en hacer estas reparaciones y en los plazos que permitía este presupuesto tan modesto, pero, como los malos alumnos, ni las pruebas sencillas son capaces de aprobar.
*Concejal de Sí se puede en el Ayuntamiento de Santa Cruz