Ellos no esperan nada, han tirado la toalla, suicidas ocultos, están en la absoluta miseria, los débiles de nuestra sociedad, los muertos de la guerra económica.
Son señales de la realidad, están débiles, suicidas ocultos, gran parte de nosotros, en la miseria.
Nuestros jóvenes en el exilio. Nuestras avenidas, Auditorios, Aeropuertos, muelles plazas, tienen sus nombres, se hicieron millonarios con sus comisiones, y nos dejan la firma en sus trastadas, políticos que legislan siempre a su favor y al de sus testaferros, Que pasen ya, a la historia, como ejemplo de avaricia y corrupción,
Que terminen en la basura espiritual, en colas de comedores de beneficencia para que sepan de sentimientos y de impotencia
Ni un voto a los corruptos.