El motivo de la comparecencia era conocer la posición del grupo de gobierno sobre la ejecución de la sentencia que anulaba el proceso de adjudicación de la gestión integral del agua a una empresa privada. La idea inicial de la comparecencia se vio desbordada por el deseo que teníamos de hablar sobre lo divino y lo humano del agua en Santa Cruz y en esta controversia, tanto los grupos de la oposición como el grupo de gobierno, expresamos la voluntad política de remunicipalizar el servicio de agua, dada la negativa experiencia que había supuesto el proceso de privatización.
Esta unánime decisión política tiene que ver, entre otras razones, con la carencia de un tratamiento integral de depuración de las aguas residuales en el municipio, con el cobro de tasas sin prestación del servicio, con el fraude que se está produciendo en materia de subcontrataciones, con el incumplimiento en la aplicación de los sistemas de desodorización en la estación depuradora de Buenos Aires, con el incumplimiento de la obligación de entregar 45 millones de euros al Ayuntamiento de Santa Cruz, con la posición abusiva que la empresa tiene con los vecinos en los casos de conexiones a la red de alcantarillado, etc. En este contexto se aportó la idea de crear una comisión del agua a nivel municipal que indague sobre el mejor camino para recuperar la gestión pública del agua, propuesta que Sí se puede desea concretar con un acuerdo de todos los grupos municipales.
Si Santa Cruz aprobara esta moción iniciaríamos los pasos que hace unos años han dado ciudades como París donde la entrada a la alcaldía del izquierdista Bertrand Delanoë supuso exiliar a las empresas privadas de la gestión del agua. El 24 de noviembre de 2008, el Ayuntamiento de París decidió no renovar el contrato de abastecimiento de agua con Veolia y Suez que había sido firmado en 1984.
En su lugar, las autoridades municipales crearon Eau de París, empresa pública que gestionaría el sistema a partir de 2010. A pesar de las lógicas dificultades que surgieron, el alcalde y su equipo estaban convencidos que podrían gestionar el sistema igual, e incluso mejor, que el sector privado. Un año y medio después de la operación, los resultados demostraron que estaban en lo cierto: la transición fue realizada a tiempo y con unos impresionantes resultados financieros. De hecho, Eau de Paris ahorró a la ciudad 35 millones de euros, con una reducción de las tarifas del agua en un 8% con respecto a 2009.
París es un excelente ejemplo: la gestión pública del agua es una apuesta sólida para Santa Cruz.
Pedro Fernández Arcila. Concejal de Sí se puede en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife