Sí se puede insta al Gobierno de Canarias a dar una oportunidad a las renovables tras el cuestionamiento a la regasificadora de Granadilla por la CNMC
La organización ecosocialista asegura que Canarias no cuenta con estrategia energética porque el equipo de Clavijo solo escucha a las eléctricas
Sí se puede insta al Gobierno de Canarias a dar una oportunidad a las energías renovables tras el cuestionamiento a la regasificadora de Granadilla por parte de la Comisión Nacional del Mercado y Competencia (CNMC), al haberse conocido que este organismo ha recomendado unos requisitos básicos para la continuidad del proyecto que impulsa la empresa Enagás, propietaria única de Compañía Transportista de Gas Canarias (Gascan), entidad que iniciara en el año 2000 un plan para la instalación de planta de recepción, almacenamiento y regasificación vinculada al puerto de Granadilla.
A juicio de Sí se puede, la auténtica razón que mantiene al equipo de Clavijo en defensa de un proyecto tan inviable que hasta la CNMC no le ve futuro es, como dice el propio dictamen de la comisión, que “las previsiones de consumo con que se justifican los proyectos están desfasadas, pero se mantienen porque políticamente les interesa hacerlos, algo evidente para quien se leyera el proyecto de Enagás”, asegura el portavoz de la Coordinadora Insular de Sí se puede en Tenerife Esteban Lorenzo Rivero
“El Gobierno de Canarias no puede hacer oídos sordos a los motivos esgrimidos por la CNMC para cuestionar la autorización de este proyecto”, dice Lorenzo, quien destaca que el citado organismo recomienda que antes de esta inversión se disponga de garantías de usos y de estudios económicos que comprueben la sostenibilidad económica del sector del gas natural en el caso de que se concluya el pretendido proyecto de gasificación de las Islas Canarias a través de su implantación en Tenerife.
“La CNMC plantea que no es conveniente autorizar la construcción de esta instalación hasta que se planifique la introducción del gas en el Archipiélago y que existan documentos que evalúen su viabilidad económica en un momento en el que la crisis económica que padecemos ha situado los índices de demanda eléctrica actuales en los niveles del 2005”, asegura Lorenzo, por ello, la organización ecosocialista considera que “antes de lanzarse a una inversión de estas características es necesario evaluar la sostenibilidad del planteamiento de redirigir la producción de energía hacia el gas”, manifiesta el portavoz de Sí se puede.
“Las condiciones climáticas de Canarias, la vulnerabilidad ambiental de nuestro territorio y la variedad de fuentes energéticas sostenibles con la que cuentan las Islas conducen a definir una estrategia energética de mayor implantación de renovables, ya que esta debe dirigirse hacia la soberanía energética, no en sentido contrario, y ya varias Islas tienen compromisos claros con programas europeos en este sentido”, destaca Lorenzo.
“La imperiosa transformación del modelo energético que todas las sociedades desarrolladas están abordando no puede concebirse en Canarias a partir de la introducción de un nuevo combustible fósil para desplazar al consumo de petróleo; solo en los lugares donde el gas ya está implantando hace años puede entenderse que se plantee como un sustituto del petróleo en un plan de transición energética, pero en el Archipiélago eso no tiene sentido”, apunta el portavoz.
La orientación que da la CNMC sobre la necesidad de contar con estudios previos que valoren la viabilidad del esfuerzo propuesto por Enagás coincide con los motivos económicos y sociales que llevan a Sí se puede a rechazar la gasificación de Canarias: “la inversión requerida solo se puede amortizar a través de las compensaciones que obtenga la empresa por el pago del servicio, de forma que esta amortización recaerá sobre el recibo de cada uno de los clientes, en la misma tónica que ya se conoce en las Islas con otras empresas energéticas”.
“Incluso bajo criterios exclusivamente capitalistas de racionalidad del negocio, es evidente que introducir el Gas Natural Licuado (GNL) en Canarias no es rentable; por eso, cuando la Comisión de la Competencia se ha puesto a hacer números, solo ha podido llegar a esta conclusión”, concluye Lorenzo.
Sin embargo, “Canarias continúa sin una política energética propia, el gobierno renuncia a definir una estrategia integral de modelo energético y se limita a proponer tal o cual infraestructura porque no hay voluntad política sectorial independiente de los intereses de las eléctricas”; de ahí que cuando Coalición Canaria habla de renovables solo piensa en las renovables de generación concentrada, porque sus titulares son “las eléctricas que controlan los combustibles fósiles del sistema convencional, de forma que garantizan el mantenimiento de las relaciones de poder vigentes en el sector”.
Finalmente, Sí se puede destaca que Canarias cuenta con otro modelo energético, el que han defendido los movimientos sociales y que ahora encarna el gobierno del Cabildo de Gran Canaria, que valientemente ha dejado claro que el gas natural no forma parte de sus objetivos en materia energética.