Sí se puede reafirma su solidaridad con el pueblo palestino frente a las ambiciones ilegítimas del Estado de Israel
La organización ecosocialista reclama al gobierno español firmeza contra la anexión del valle del Jordán y de los asentamientos ilegales en los territorios ocupados
Sí se puede reafirma su solidaridad con el pueblo palestino frente a las ambiciones ilegítimas del Estado de Israel, que pretendía iniciar a principios de este mes su plan para anexionarse el valle del Jordán y los asentamientos ilegales en los territorios ocupados. La organización ecosocialista canaria reclama al gobierno español firmeza en la defensa de la legalidad internacional frente a estas pretensiones del presidente Netanyahu, que no han podido iniciarse según lo previsto a comienzos de este mes de julio debido a las adversas condiciones internas de Israel e internacionales.
A juicio de la organización ecosocialista, es preciso que la presión internacional impida al gobierno sionista a llevar a cabo esta anexión de los territorios palestinos ocupados por Israel en Cisjordania, un espacio que se corresponde con cerca de un tercio del territorio de esta región, ocupado ilegalmente desde 1967. Se trata de frenar no solo al gobierno de Netanyahu, sino también al del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que incluye esta iniciativa en su llamado “Acuerdo del Siglo”, un plan que no constituye en absoluto una propuesta de paz real y efectiva.
El partido canario llama a redoblar esfuerzos diplomáticos para retomar la negociación entre Israel y Palestina, estancada desde 2014, de forma que se restablezca un diálogo con garantías internacionales dirigido a dar al conflicto una solución justa, estable y garante de la paz, algo que solo puede ocurrir con el reconocimiento de los derechos del pueblo palestino sobre el territorio del que es dueño.
En este sentido, Sí se puede recuerda que este plan de anexión viola el derecho internacional e incumple las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas 242 (de 1967) –que prohíbe la adquisición de tierras de otro Estado mediante el uso de la fuerza– y 2334 (de 2016) –que establece que estos asentamientos son ilegales y contrarias a derecho–.
La anexión que pretende Israel con el apoyo de Estados Unidos significaría para Palestina la pérdida de su frontera oriental; la expulsión de gran parte de la población palestina de la zona pretendida, como es la población beduina; la pérdida del 28 % de la superficie de Cisjordania; la pérdida del 50 % de las tierras fértiles de cultivo y del 60 % de la producción agrícola de este territorio, así como la pérdida de más de 175 millones de metros cúbicos de los recursos hidráulicos de Cisjordania y de la mayor parte de las sales obtenidas del Mar Muerto.