Sí se puede insta al Gobierno de Canarias a descartar los trenes de velocidad alta
La organización ecosocialista exige un giro hacia un modelo de desarrollo más justo y sostenible
Sí se puede rechaza la recuperación por parte del Gobierno de Canarias de propuestas insostenibles como los trenes de velocidad alta. La organización ecosocialista canaria se muestra contraria a que la respuesta ante la crisis sanitaria y económica que padece el archipiélago sea la puesta en marcha de megainfraestructuras insostenibles y depredadoras del territorio y, en su lugar, propone avanzar hacia un modelo más justo y sostenible.
Sí se puede rechaza de lleno la propuesta del Gobierno de Canarias de mano del consejero de Obras Públicas, Transportes y Vivienda, Sebastián Franquis, que solicitará que los proyectos de los trenes de Tenerife y Gran Canaria se financien con los fondos del Plan de Recuperación de la unión europea. Esta propuesta tiene el visto bueno de los Cabildos de Gran Canaria y de Tenerife para que se incluya en el Plan de Inversiones la financiación de los dos proyectos ferroviarios, con un gasto superior a los 3.850 millones de euros.
Sí se puede considera inciertos los argumentos utilizados para sacar de la gaveta este obsoleto proyecto de trenes, que ni está integrado en un Plan de Movilidad Sostenible, ni generará empleo, al contrario de lo que siempre ha argumentado la oligarquía económica en Canarias para imponer sus megainfraestructuras absolutamente insostenibles.
La mayor parte de la obra se hará con maquinaria pesada y acentuará todavía más los problemas de movilidad en nuestra tierra, ya que tan solo en Gran Canaria se tiene proyectado un recorrido de unos 50 kilómetros, con 10 paradas, que pretende realizar el trayecto entre la capital insular y Maspalomas con un gasto inicial de 1.650 millones de euros; mientras, el tren del sur de Tenerife está diseñado con siete paradas y un recorrido de unos 80 kilómetros, para unir Santa Cruz de Tenerife y Adeje con un gasto inicial de 2.200 millones de euros. Indiscutiblemente, la movilidad, tal y como se viene desarrollando desde las medianías hasta la zona de autopista, se hará utilizando el vehículo privado, dando origen a un nuevo colapso a la hora de buscar aparcamientos para coger dicho tren, o resultando más operativo desplazarse con el propio coche hasta el lugar de trabajo.
La organización ecosocialista canaria considera que este proyecto de trenes es megalómano, y constituye un auténtico despilfarro económico, vengan de donde vengan los recursos para financiarlo; igual que lo ha sido el puerto de Granadilla, que ha quedado demostrado que no genera empleo. Las obras ferroviarias abrirán nuevas brechas insalvables en nuestro frágil territorio y supondrán un impacto medioambiental y social por afectar a viviendas y terrenos en muchos de sus tramos.
Frente a ese perjuicio, Sí se puede apuesta por un modelo de movilidad basado en el refuerzo y la mejora del transporte público en guagua, que incluya carriles guagua-vao y vehículos eléctricos. esta propuesta ha de ir acompañada de un impulso de las energías renovables para avanzar hacia la soberanía energética, así como por potenciar el sector primario para caminar hacia la soberanía alimentaria. Igualmente, la organización ecosocialista canaria exige un viraje hacia el fomento de un turismo de más calidad, exigente y respetuoso con nuestro territorio, cultura y entorno natural.
Sí se puede invita al Gobierno de Canarias a trabajar para que la crisis económica y social agudizada por la pandemia de LA Covid-19, deje atrás el modelo de dependencia extrema y altamente depredador del territorio dominante en las islas en los últimos 60 años. En su lugar, considera que es el momento de reforzar los servicios públicos de calidad, con una mayor inversión social, sanitaria y educativa y promover un modelo de desarrollo en pro de un territorio equilibrado y cohesionado socialmente, que no implique una sobreexplotación de los recursos, ni una hiperocupación como ahora sucede; delimitando claramente el crecimiento en todos los órdenes.