Unid@s se puede presenta una iniciativa para considerar las fiestas y actos públicos del municipio como “medioambientalmente respetuosos”
Hernández destaca que diverso tipo de acciones generan un impacto ambiental negativo
Unid@s se puede presenta una iniciativa para que las fiestas y actos públicos que se celebren en el municipio tengan la consideración de “fiestas y actos sostenibles y medioambientalmente respetuosos”.
La celebración de las fiestas populares y actos públicos como festivales, conciertos, congresos y otro tipo de concentraciones, generan un impacto ambiental negativo (Incremento de residuos, elevado consumo de energía y agua, generación de contaminación atmosférica, degradación del entorno, aumento del riesgo de accidentes), que convendría afrontar desarrollando estrategias que conlleven la adopción de buenas prácticas que reduzcan dicho impacto.
Desde Unid@s se puede se recuerda que, “según el programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), sostenible es aquel evento diseñado, organizado y desarrollado de manera que se minimicen los potenciales impactos negativos ambientales, y que deja un legado beneficioso para la comunidad anfitriona y para todas las personas involucradas”.
Entre las acciones que se proponen desde la principal formación de la oposición lagunera se encuentran la elaboración de una guía con el objetivo de elaborar materiales y programas destinados a mejorar el impacto ambiental las fiestas populares y actos públicos, dirigida principalmente a servir de orientación para las Comisiones de Fiestas, así como para empresas que los organizan y para la ciudadanía en general y el compromiso de aplicar mediadas para conseguir la reducción de residuos plásticos en ese tipo de actos.
Para José Luis Hernández, concejal proponente de la iniciativa, “el Ayuntamiento de La Laguna, con muy poco puede hacer mucho para conseguir disminuir el impacto ambiental de estos actos públicos, como por ejemplo estimar las emisiones de CO2 que ocasionarán y establecer medidas compensatorias tales como la plantación de árboles y especies vegetales autóctonas en alguna zona de interés del municipio (áreas degradadas, entornos urbanos abandonados, zonas incendiadas, etc.), como parte integrante de la propia fiesta o acto público; también sería interesante promover un distintivo municipal de Calidad Ambiental, que será de obligado cumplimiento para cualquier celebración festiva o acto público que conlleve la financiación o colaboración de la corporación municipal y realizar todos los esfuerzos posibles encaminados a lograr unas fiestas sostenibles en toda el municipio, apostando por lograr que se puedan declarar como de “Plástico Cero’”.
Para Hernández, “de forma general, en las fiestas populares la cantidad de residuos vertidos directamente a la calle aumenta de manera considerable, constituyendo un problema singular, entre otros, la cantidad de vasos y botellas de plástico desechables (y utilizados una sola vez) que se acumulan en la vía pública, lo que no pocas veces ocurre en los centros históricos de alto valor patrimonial de nuestros pueblos y ciudades y ante esta situación se requiere una actuación de las instituciones”.
El concejal de la formación de la izquierda lagunera concluyó: “Siendo los residuos plásticos un problema considerable, no es el único que ocasionan unos actos en los que se prime la sostenibilidad, por tanto, unas fiestas sostenibles no se consiguen solo sustituyendo los vasos de plástico. Hay que analizar de manera integral el impacto ambiental de cada fiesta o evento, tomando en cuenta, entre otras, las siguientes cuestiones: reducir al máximo, hasta lograr el objetivo de erradicarlos, los envases de un solo uso; reducir, reutilizar y reciclar; ahorrar al máximo agua y electricidad; utilizar decoración de materiales reutilizables; realizar recogida selectiva de residuos; gestionar el vaso reutilizable; distribuir alimentos sanos y responsables con el medio ambiente y la salud; garantizar el transporte público; favorecer la movilidad sostenible; proteger el hábitat de animales y plantas; aprovechar también la fiesta como oportunidad para la educación ambiental; comunicar a la sociedad en general el valor y repercusión positivas de un evento sostenible; garantizar medidas correctoras postfiesta, compensando la emisión de gases de CO2, y el consumo de petróleo”.