Unid@s se puede reclama mayor participación en la elaboración del Plan Estratégico de Subvenciones de 2018
En 2017 cerca del 70% de las subvenciones fueron nominales o directas, “una herramienta que abona la arbitrariedad política y la precariedad en las organizaciones”
Rubens Ascanio, portavoz de Unid@s se puede en el Ayuntamiento de La Laguna, apoya que se produzca “la mayor participación posible” en la elaboración del nuevo Plan Estratégico de Subvenciones para 2018, propuesta que ya defendió en el pleno del mes de noviembre.
Indica que según la Ley 38/2003 de 17 de noviembre General de Subvenciones, en su artículo 8.1, las instituciones que pretenden otorgar subvenciones están obligadas a elaborar y aprobar un Plan Estratégico de Subvenciones. El citado artículo señala que “los órganos de las Administraciones públicas o cualesquiera entes que propongan el establecimiento de subvenciones, con carácter previo, deberán concretar en un plan estratégico de subvenciones los objetivos y efectos que se pretenden con su aplicación, el plazo necesario para su consecución, los costes previsibles y sus fuentes de financiación, supeditándose en todo caso al cumplimiento de los objetivos de estabilidad presupuestaria”.
Ascanio recuerda que en el pleno de septiembre de 2016 su compañero José Marrero solicitó la puesta en marcha de este documento, que es clave para evitar los constantes reparos de la intervención municipal y la irregularidad en el pago de subvenciones a las entidades y proyectos que reciben las mismas por parte del Ayuntamiento. En esa sesión plenaria se logró por unanimidad el siguiente acuerdo: “El equipo de gobierno se compromete a la finalización de los trabajos de elaboración de una propuesta de Plan Estratégico Municipal de Subvenciones, llevarlo a la Comisión de Hacienda, donde se trabajará con el resto de grupos, para su posterior aprobación antes de la aprobación del próximo presupuesto municipal”.
“En 2017 nos encontramos con un claro incumplimiento del acuerdo plenario alcanzado, presentándose un documento sin el más mínimo consenso ni entre los grupos municipales, ni con las organizaciones vecinales, deportivas, sociales o empresariales”, manifiesta. Ascanio cree que “la forma en la que se está trabajando es la de la unilateralidad y la falta de diálogo, con un Plan donde cerca del 70% de las subvenciones fueron nominativas o directas, una herramienta que abona la arbitrariedad política y la precariedad en las organizaciones, que dependen de la voluntad de un responsable político y no de procesos de libre concurrencia claramente regulados”.
Desde el grupo municipal se resalta que la ley establece que “las subvenciones otorgadas de forma directa tienen un carácter excepcional y siempre que se acrediten razones de interés público, social económico o humanitario, y debidamente justificadas”.
El portavoz del principal grupo de la oposición señala que el propio Tribunal de Cuentas se ha manifestado en esa misma línea, abordando el abuso que se hace desde las administraciones públicas de instrumentos como los convenios o las subvenciones directas, señalando que “no puede considerarse ajustada al ordenamiento jurídico, sin un adecuado respaldo legal, la suscripción de convenios con particulares que impliquen la concesión de ayudas singulares o, en general, un trato privilegiado a determinadas entidades o ciudadanos”.
Rubens Ascanio lamenta que el Plan Estratégico de Subvenciones de 2018 no estuviera acordado antes de la votación de los presupuestos municipales de la pasada semana, ya que “indica una voluntad manifiesta y reiterada de no cumplir los acuerdos relacionados con la forma de elaboración de este documento, que no puede quedar en manos de un grupo de Gobierno en clara minoría y de la arbitrariedad de asignar determinadas cantidades sin unos criterios concretos”. La formación lagunera defiende que el nuevo documento plasme “una decidida apuesta por el apoyo a planes vinculados con el bienestar social, juventud, igualdad, desarrollo sostenible, educación, deportes autóctonos y PYMES, entre otros, fijando grandes líneas estratégicas y buscando la devolución de los efectos reales que ha tenido esta importante inversión pública, para señalar más su interés general”.
Finaliza explicando que su grupo “tratará de aportar propuestas concretas para financiar mejor grandes líneas estratégicas de trabajo a las que los colectivos, entidades o la ciudadanía en particular puedan presentarse mediante libre concurrencia, poniendo sobre la mesa sus experiencia, la relevancia de los proyectos y evaluándose los efectos reales de los trabajos previos para el conjunto de la sociedad”.