Gofio. Paco Déniz.
Olido desde adentro, el aroma de un molino de gofio es vernáculo. No me explico por qué no se ha inventado una colonia con sus esencias. Cuando ponen el cartucho calentito encima del mostrador y lo soban, y le dan un par de jeitos para que se acomode y se envuelve bien se produce un ritual extraordinario.