De pelos y demonios. Paco Déniz
Cuando era barbilampiño el demonio se llamaba la Unión Soviética, cuando comenzó a salirme la barba se llamaba Cuba, luego, más tarde, cuando ya era un peludo, se llamaba Herri Batasuna, cuando los rizos se alisaron sin pedir permiso se llamó Cataluña, y ahora que me quedan tres pelos se llama chavismo.