Medio Ambiente en los comedores escolares. Pedro Fernández Arcila

Estos productos nos contaminan en todas las etapas de la vida pero resulta especialmente grave e injusta entre los pequeños de nuestra sociedad dada su extrema vulnerabilidad, que, como señala uno de estos informes europeos, se debe al “hecho de que sus cuerpos todavía se están desarrollando y de que los sistemas de señales químicas utilizadas para dirigir su desarrollo son susceptibles de ser perturbado cuando se someten a toxinas medioambientales”.

Los científicos americanos, siempre dispuestos a acuñar una frase llamativa, hablan de este problema como la “epidemia silenciosa”, al constatar la incidencia que tienen los pesticidas en muchos de los problemas neurológicos que afectan a los menores.

Es cierto que los niños y jóvenes no sólo están expuestos a los pesticidas que llevan los alimentos, pero de su importancia son buena muestra alguno de los estudios realizados en Estados Unidos donde se ha comprobado que los niños que no consumen productos de agricultura biológica presentan un nivel de residuos seis veces más elevados que los que consumen productos biológicos, razón por la que la EPA americana afirma que “el consumo de productos procedentes de la agricultura ecológica representa una manera relativamente simple para los padres de reducir la exposición de sus hijos a los pesticidas”.

Todo este preámbulo para recordarles a nuestros parlamentarios canarios que, en la sede de Teobaldo Power, lleva un año y medio sobreviviendo a la extenuante tramitación burocrática, la iniciativa legislativa popular que promueve la alimentación ecológica en los centros escolares.

Esta iniciativa, auspiciada por el Partido Verde y que consiguió el apoyo de 20.000 canarios, promueve la obligatoriedad de suministrar menús elaborados exclusivamente con alimentos ecológicos en los comedores escolares no universitarios. Una ley indispensable que tendrá una excelente contrapartida para nuestra agricultura ecológica que podría recibir un empuje definitivo.

Paracelso decía que “la dosis es el veneno”, por eso deseo que los parlamentarios tengan una dosis de sensatez para reducir la presencia de los pesticidas en la población infantil y apoyen esta iniciativa legislativa popular, fomentando la agricultura del futuro pero, sobre todo, sabiendo que optan por mejorar la salud de los que están llamados a ser el futuro de Canarias.

*Concejal del Ayuntamiento de Santa Cruz por Alternativa Sí se puede

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