Montse y Roberto en el corazón. José Luis Hernández
Por lo que han supuesto en mi enriquecimiento personal y por su aporte a la construcción de una Canarias más humana y más libre, tengo que poner en el segundo lado de la balanza el haber conocido a Montse Figueras y Roberto Pons i Rovira, una pareja de jóvenes idealistas, dos personas excepcionales que nos dejan para trasladarse a su Catalunya natal. Allí, con toda seguridad, estos internacionalistas convencidos, seguirán contribuyendo a la construcción de un mundo más justo y al progreso de lo que ellos muy sabiamente definen como “¡¿Nova nació d’Europa?!”.
En Canarias nos quedamos un poco huérfanos, pero con la estela de su ejemplo de luchadores y su compromiso militante; dos cristianos de base, auténticos creyentes del valor revolucionario de la teología de la liberación para conseguir una sociedad al servicio de los seres humanos.
Cuando la primera ola de calor de este año y la calima se empecinaban en recordarnos nuestra ubicación geográfica, nos invitaron a su casa güimarera para decirnos un hasta luego e invitarnos a su nuevo hogar, “on hi sereu ben rebuts”.
Una vez más nos han vuelto a brindar su hospitalidad y nos han deleitado con su bondad y su sabiduría. Deberíamos haberlos colmado de regalos, sin embargo fuimos agraciados con dos presentes que nos emocionaron: una frase que los define y realza su valía , “no hay justicia sin igualdad, ni igualdad sin justicia” y un símbolo que utilizaban en los momentos duros de la lucha antifranquista, una copia de la Cantata de Santa María de Iquique, de Quilapayún.
Roberto no perdió la ocasión para recordarnos que en la matanza de la escuela de Santa María de Iquique (Chile) murieron unos 3500 mineros del salitre bajo la represión de los soldados del presidente Pedro Montt y que más de un siglo después, bajo la inmisericorde barbarie del neoliberalismo, siguen muriendo miles de ciudadanos. Ahora no hace falta mandar a los ejércitos a masacrar, para ello el sistema ha desarrollado métodos más sibilinos: los desahucios, el paro, el hambre, la desesperanza, la violencia institucional…
Montse, Roberto, ¡millones de gracias por participar en la construcción del proyecto político alternativo y transformador de Sí se puede, por el ejemplo solidario y de humildad que nos han dado, por el amor que le tienen a esta tierra, que también es la de ustedes y por habernos dejado gozar de una amistad impagable!
¡Mucha suerte en la vuelta a Catalunya y recuerden que en Canarias dejan una gran familia que les espera con las puertas de sus casas abiertas de par en par!
Hoy, más que nunca, toca escuchar la Cantata de Santa María de Iquique