Multinacionalistas. Pedro Fernández Arcila
De este fervor seglar he sido testigo directo en los plenos y comisiones municipales, así que no es una afirmación gratuita. Durante más de tres años he visto como los concejales de CC negaban hasta el ridículo los escándalos que afectaban a esas grandes empresas, a los que, por cierto, los multinacionalistas de CC le han entregado todos los servicios públicos de la capital (limpieza pública, recogida de residuos, agua, mantenimiento de edificios públicos, mobiliario, parques y jardines, cementerios, etc). Por ejemplo cuando les mostramos con datos y documentos que Emmasa arrastraba pérdidas millonarias debido a la nefasta gestión de la multinacional Sacyr Vallehermoso, lo que podía arrastrar a Emmasa a un colapso económico financiero, Bermúdez y sus concejales multinacionalistas nos acusaban de falta de rigor y de dañar la honra de una multinacional a la que tanto le debía Santa Cruz. Enrocados en la mentira estuvieron durante varios años y ahora, con las evidencias de una auditoría externa, siguen permitiendo que los beneficios millonarios se los lleven las empresas del grupo de la multinacional, dilatando todavía hoy las decisiones, a pesar de las preocupantes conclusiones que arroja aquel documento para el patrimonio municipal. En estas semanas, con el escándalo de las tasas de mantenimiento de los cementerios, los medios de comunicación han dejado entrever que la pasión de CC por las multinacionales traspasa lo terrenal. Fruto del pacto de los multinacionalistas con los acólitos del PSOE se modificó recientemente la ordenanza fiscal de cementerios, y Cetensa, la multinacional que gestiona los cementerios de Santa Cruz, ha comenzado a cobrar a todos los que tenemos familiares en el camposanto una cantidad en concepto de mantenimiento de no se sabe muy bien qué. Unos años antes los multinacionalistas de CC le habían cedido gratuitamente a Cetensa terrenos municipales para construir el ahora Tanatorio de Santa Lastenia, regalándole, repito regalándole, durante setenta y cinco años la gestión de este lucrativo negocio. Como consecuencia de este antológico chanchullo la multinacional Cetensa se mete cada año en su bolsillo centenares de millones de euros sin pagarnos nada a Santa Cruz y así lo hará hasta casi terminado este siglo. Mientras, a los chicharreros, dueños de los terrenos donde se ha montado este gran negocio, nos exprimen un poquito más con el beneplácito interesado de los multinacionalistas de Coalición Canaria.